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— ¿Dónde está la sal? - pregunta Sam abriendo todos los cajones de mi cocina mientas yo estoy sentada en la barra.

Sam se empeñó en hacerme la cena, dice que tiene un don.

No estoy segura de eso.

— En la vitrina de tu derecha- le respondo dándole una sonrisa.

Sam camina hasta allí y se alza un poco para coger la sal.

Pero algo hace llamar mi atención.

— ¿Y eso? - señaló sus manos mientras me bajo y camino a él.

— Sal- dice mostrándome el bote.

— No, esto- digo agarrando una de sus manos.

Tenía los nudillos rojos y con algo de sangre seca.

— Nada- dice escondiendo sus manos detrás de su espalda.

— ¿Nada? - digo irónica y me cruzo de brazos.

— Exacto- dice y empieza a cortar los pimientos.

Le arrebató el pimiento de las manos y lo tiró a la encimera cabreada.

— Dime qué no le pegaste a Derek- gruño.

— No- dice Sam quitándome la mirada.

Estaba mintiendo.

— ¿¡PERO ERES IDIOTA O QUÉ?! ¿¡CÓMO SE TE OCURRE PEGARLE?! - gritó perdiendo la paciencia.

— Se lo merecía- dice sin importancia.

— ¿¡Y porque se supone que se lo merecía?!- preguntó.

— Porque si- dice y se apoya en la encimera.

— Eso no es una respuesta convincente- respondo sería.

— No iba a permitir que tocara lo que es mío- dice Sam molesto ahora.

— ¿¡LO QUÉ ES TUYO?! - gritó — TE RECUERDO QUE TÚ TIENES NOVIA Y YO PUEDO ESTAR CON QUIEN ME DE LA GANA- termino de decir.

— N... - empieza a decir pero le interrumpo.

— Mejor vete Samuel,no estoy para tonterías- gruño y señaló la puerta.

Sam bufa y indignado se va.

No me puedo creer que haya golpeado a Derek.

I broke it | SW | (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora