I be the Bonnie and you be my Clyde (Chaelisa)

¿Realmente todo se acabó?

-Llévame a casa – dijo susurrando, pero aun así la otra había escuchado.

-Por favor yo te lo puedo explicar – dijo desesperada Lisa.

- ¡Qué me lleves a casa, joder! – grito, no quería estar ahí, no quería ni estar con Lisa, pero era la que la iba a llevar a la mansión.

A la pelirroja, no le quedo de otra que dirigirse al auto, intentó sostener a Rose de la misma forma que lo había hecho, pero claramente la había rechazado. Quería explicarlo, le iba a rogar si era necesario para que no la dejara, mas sabía que no la iba a escuchar, no ahora por lo menos, primero le tiran la bomba de que papá YG es su verdadero padre, y ahora que el amor de su vida estuvo con otra, a penas supiera quien era la iba a matar y de paso a Lisa también.

El viaje estuvo lleno de un silencioso tedioso, la más alta podía sentir la ira de su ¿novia? Si, todavía era su novia, tenían que hablar tarde o temprano, pero no iba a terminar... no podían.

Cuando llegó a casa, todos saltaron para darle la típica fiesta sorpresa, no sabía reaccionar, ya que lo que realmente quería era estar sola y poner su mente en orden antes de hacer alguna locura, pero ninguno de los chicos y ¿chicas? ¿Quiénes eran ellas?, tenían la culpa de lo que pasaba, así que fingió una sonrisa (no sabía que lo de actriz se le daba bien, ya que al parecer le creyeron), y saludó a todos sus amigos, hasta que llegó a Jin, y sintió una necesidad enorme de abrazarlo, además de Lisa, él también podía curar el dolor de su corazón, pero ahora ni si quiera eso le aliviaba.

- ¿Pasó algo? – le susurró en el oído a Rose, sabía que ese abrazo expresaba algo más que un simple saludo.

-Quiero morirme – dijo con la voz entre cortada.

-Mejor escapemos, cuando todos estén borrachos, y me cuentas que pasas, ¿sí? – había propuesto el chico, ella sólo asintió y se separó de él, para ir directo a la barra, iba a ser una noche dura.

Obviamente la tailandesa había visto la escena, le rompía el corazón, pero bien merecido se lo tenía, quién la manda a ser tan estúpida. Se dirigió a la barra con la vaga esperanza de poder hablar.

-Amor, yo... - pero fui interrumpida casi de inmediato.

-No me llames así, no soy tú amor.

-No digas eso, si lo soy, cometí la estupidez más grande, pero ni creas que te dejaré ir tan fácilmente.

-Eventualmente lo tendrás que hacer -dijo la castaña sin dirigirle la mirada.

-No, nunca lo haré, mi corazón te pertenece.

-Gracioso, porque supongo que no pensabas así cuando te revolcabas con esa.

-Hablaremos cuando estés dispuesta a escucharme, porque está claro que lo último que quieres hacer es estar conmigo.

-Tienes razón, lo último que quiero hacer es estar contigo – y por fin la miró, pero no era la mirada que esperaba, esos ojos, heridos, fríos, no expresaban el amor que dijo que sentía hace un rato en el hospital.

La fiesta seguía su curso normal, los chicos notaron algo raro entre sus amigas, pero el alcohol se a poco se hacía presente en sus cuerpos, Rose quería beber hasta que le diera una intoxicación, pero no era buena idea después de estar al borde la muerte, Jin se quedó todo el rato al lado de ella, no hablaban, sabían que al momento que dijera una palabra se iba a romper a llorar... lo que sea que tuviera que decirle era algo horrible.

- ¿Quieres ir afuera ya? -preguntó Jin al ver que nadie prestaba atención.

-Si, por favor – Rose se sentía que se ahogaba ahí dentro.