Sentada en las escaleras de mi casa contemplé el atardecer. Había estado trabajando y necesitaba despejarme un rato.
Embobada, mirando el cielo una vez más.
Y ahora voces, ¿golpes? y pasos que se dirigían a la entrada de la casa de al lado.
Fue entonces cuando miré hacia la derecha y lo comprendí todo.
Comp exageramos muchas cosas y como pasamos por alto muchas otras. Y me levanté.
ESTÁS LEYENDO
La botella
RandomQuería escribir una historia pero, ¿cómo empezar? Con el tiempo aprendí que las historias llegan solas, mientras paseas, te columpias, estudias o simplemente traídas por las olas del mar...