capítulo IX

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Hay veces que esta viviendo el peor día de tu vida o tal vez tu vida siempre a sido hací, oscura, sin luz, sin un camino el cual aun que antes existía ahora te es difícil ver donde esta en estos momentos es cuando mas necesita de una ayuda pero, ¿acaso alguien esta ahí para dártela?

Al parece por un momento la vida estaba de mi lado mi primo no se quedo en la misma clase que yo por ser familia pero a un no la tenia fácil tenia que ayudarlo a ponerse al corriente con algunas materias.

Salíamos de la oficina del director todo el tiempo que estuvimos ahí, no dejo de halagarlo por sus muy buenas calificaciones pero no dejaba de preguntarme si era tan bueno porque lo habían expulsado de su otro colegio. Caminábamos por los pasillos en silencio lo menos que quería era hablar con el pero mi calma se fue cuando el abrió la boca.

—¿Has visto lo sorprendido que estaba el director por mis calificaciones? No entiendo por que se sorprendió tanto si tu también has de tener las mismas notas, ¿no primo? —dijo con una sonrisa burlona, estaba mas que claro que solo lo decía para molestar.

—Tener buenas notas no es algo que me interese —conteste cortante .

—Oh, entonces haz de ir genial en tu club de fotografía, ¿no?...digo ya que eso es algo que siempre te a interesado... —me quede callado al no saber como contestarle, tenia claro que solo estaba jugando conmigo y si contestaba era como seguirle el juego— No me digas, ¡¿la fotografía ya tampoco te interesa?! —hablo como si se sorprendiera pero en su tono de voz están mas que claro que se estaban burlando— Bueno conociéndote era de esperar que dejaras ese pasatiempo tan tonto y sin futuro...sin descartar que una persona como tu nunca sería bueno en algo... —y soltó sin mas el veneno que traía con él— supongo que este sera mi salón gracias por guiarme primo.

Entro a su salón aun dejandome a mi con ese pensamiento ser bueno en algo? En lo que era bueno hace años que había dejado de interesarme en lo que realmente me hacia sentir feliz poco a poco dejo de agradarme llego un momento en que las fotos que tomaba no me parecían geniales o algo que pudiera apreciar la gente aun que mis compañeros de club me dijeran lo contrario

Entre a mi salón ya lleno la mayoría de mis compañeros no hablaba conmigo no porque tuviera problemas con ellos, sino porque en más de una ocasión les contestaba de manera grosera o porque los ignoraba y mejor decidieron por nunca mas hablame y aunque pienso que fue lo mejor hay momentos en los que quisiera que alguien notara lo mal que me llego a sentir.

—Te estas volviendo loco —me dije a mi mismo escondiendo mi cara sobre mis manos que estaba en mi pupitre.

—Para estar hablando solo creo que ya estas demente —levante la vista para ver a la chica que me hablaba la cual era Jenni— Aunque la mayoría de las personas lo hace así que creo que ya es algo normal

—¿Normal?... ¿Esta bien para ti que una persona hable sola?

—Esta bien cuando hablas o piensas en voz alta. Es algo normal que todos hacen, pero cuando oyes voces en tu cabeza o hablas con una persona cuando en realidad no hay nadie eso ya no es algo normal sino que tienes algún problema mental

—Aja, dejame ver si entendí bien...yo estoy tranquilo en mi haciento hablando o...pensando lo que sea y tu llegas de repente y me das un discurso que quién sabe que problemas mentales...mi pregunta es ¿Acaso te pregunte sobre eso? —vi como la chica cambio su expresión de una cara orgullosa a una medio molesta. Por algún motivo quería reírme pero me tuve que calmar.

Tropiezo con el Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora