ME ENAMORÉ DE UNA LATINA segunda temporada (SeokJin)

capitulo 11

Era otro día mas, estaban a 2 días de partir a Corea del Sur en donde pertenecía Jin; por esa razón decidieron ir al centro comercial más cercano, otro de los lugares al que quisieran ir juntos, y así fue, esperaron hasta la tarde para ir y se dirigieron hacia el centro comercial.

Al llegar al lugar miraban cada local decidiéndose a cual entrar, en todo momento se han mantenido tomados de la mano llamando la atención de algunas personas, ya que lucían como la perfecta y no parecían, eran la pareja perfecta como ya antes mencionado eran uno para el otro y las diferencias que presentaban no era pretexto para ser felices.

- ¿Cómo se me ve? - pregunto Jin mientras te veía desde el reflejo del espejo de los vestidores de aquella tienda donde Jin encontró un traje que quedó enamorado de el.

- te vez perfecto - respondiste mientras lo veías.

- la verdad - murmuró inseguro.

- okay, pide uno más grande se te ve apretado - dijiste mientras soltaste una pequeña risa.

- tiene sentido - comento mientras se miraba en el espejo, y después te siguió la risa.

Para ti unas de las cosas más bonitas que podías ver de el era su sonrisa, y no te refieres a esa risa escandalosa que suena a 4 cuadras, si no a esa sonrisa natural que puedes ver cada que se siente feliz.

- ¿Vamos por un helado - te propuso al salir de la tienda después de haber comprado.

- ¡Sí! - respondiste sonriendo.

- vamos - dijo mientras comenzaban a caminar hacia el local donde los vendían un lugar lleno de colores pastel y algunas personas pidiendo su orden.

Pidieron algunos helados para cada uno, salieron de la tienda muy felices mientras disfrutaban del dulce y cremoso sabor del helado, que por cierto la cuenta fue pagado por Jin, ya que no te dejo pagar, sin duda para ti era más que un hombre caballeroso y guapo.

- gracias por todo Jin - dijiste mirándolo.

- no debes de agradecer nada - contesto sonriendo.

- es lo menos que puedo hacer por todo lo que has hecho por mi - respondiste.

- con tu existencia es más que suficiente- dijo con sus mejillas ruborizadas y no tardaron las tuyas en teñirse asi.