BLOOD TIES| ❝ Cuando una persona es importante en la vida de alguien, no importan los problemas que sucedan entre ellos, el lazo de sangre siempre será más fuerte. ❞
[ Simple_creators| 2020 ]
[ fanfiction - the originals/ the vampir...
________________ CAPÍTULO UNO EL ORIGEN ________________
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Mystic Falls, otoño de 1001
Ante sus ojos, el paisaje a su alrededor era completamente fascinante: hojas caían sobre el pequeño lago que albergaba desde el centro de abundantes y corpulentos árboles, mientras el sol se asomaba vagamente entre las nubes. La tranquilidad que le otorgaba la naturaleza le era única, además del silencio que podía disfrutar cuando de estar lejos de la aldea se trataba.
Como fue costumbre, tomó asiento al borde del lago en tanto deshacía la trenza que recogía su larga cabellera y dejaba que el viento la moviera a su compás. La sensación de libertad produjo un cosquilleo por todo su cuerpo, por lo que se extraño cuando un descabellado pensamiento cruzó su mente.
En sus memorias no recordaba la última vez que había intentado hacer magia, pues a través de los años dejó de importarle la herencia que según su madre, despertaría cuando los espíritus así lo decidieran.
Sabia que aquello no era cierto, aun así nunca insistió en obtener respuestas. La idea de poseer ese tipo de habilidades ya no le atraía como cuando era tan solo una niña, no tanto como para su hermano mayor, Atanael y su mejor amigo, Kol, quienes habían ejercido la magia desde temprana edad.
—¿Escapando de tus quehaceres, hermana?
Una sonrisa ladina cruzo por los labios de Anya al escuchar la voz de su hermano menor a sus espaldas.
—¿Como podría si vienes a molestar, Alexei? —replico divertida aún con su vista al frente.
—Oh, vamos —rio el pelinegro —. Solo vengo hacerle un favor a una querida rubia.
Anya se levanto de su lugar mientras se volteaba con burla brillando en sus azules ojos.
—¿Desde cuando le haces favores a Rebekah?
—Desde nunca —respondió rodando los ojos —. Pero su insistencia por venir a buscarte no fue muy encantadora que digamos.
Las intenciones de seguir molestando al menor, se vieron interrumpidas cuando a lo lejos el sonido de dos espadas chocando llegó a sus oídos. Su ceño se frunció y buscó en la mirada de Alexei una respuesta.
—Son Atanael, Elijah y Niklaus, están practicando de nuevo.
Anya sonrío ante las palabras de su hermano, para luego empezar a caminar hacia el ruido que la llevaría hacia su hermano mayor y sus dos amigos.
—Espera, Anya, ¿a donde vas? —cuestionó Alexei al verla caminar en otra dirección.
—Bekah puede esperar, hermano —anunció la aludida, sin preocuparse por llegar unos minutos tardes a ayudar a su mejor amiga —. Vamos.
