11. Como Debimos Ser

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CAPÍTULO ONCE
CÓMO DEBIMOS SER
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   La noche había caído en Mystic Falls y cómo era costumbre, el Grill estaba lleno de personas divirtiéndose mientras bebían y charlaban

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La noche había caído en Mystic Falls y cómo era costumbre, el Grill estaba lleno de personas divirtiéndose mientras bebían y charlaban. Sin embargo, ante la vista de aquellos que sabían acerca de lo sobrenatural, les fue imposible no percatarse de la presencia de dos vampiros originales que se encontraban en la barra.

—¿Así que este es tu intento de disculpa? —interrogó el pelinegro en tanto alzaba su copa de Bourbon con ironía.

Klaus lo observo divertido.

—Solo invito a un viejo amigo a tomar una copa —sonrió de lado —. Es una coincidencia habernos encontrado, Alexei. Además, por lo que veo, fuimos abandonados por nuestros hermanos.

El menor encogió sus hombros sin interés.

—Atanael seguramente está por ahí, jugando a mantener la paz con Elijah —comentó —. Y Anya está con Kol, haciendo quien sabe qué cosas —Alexei sonrió con satisfacción al ver cómo la diversión se alejaba del rostro del híbrido —. La verdad no me lo quiero imaginar y tampoco me interesa.

—¿Anya está con Kol?

—Eso dije, Niklaus.

El rubio apretó la quijada mientras apartaba la mirada del menor de los Markovic, sintiendo cómo la ira se intensifica en su interior.

Estaba consiente de que su hermano y la original eran mejores amigos. Sin embargo, de tan solo pensar que su amistad fuera más allá le causaba incomodidad y estragos en su ser; sin mencionar que aquella unión que había entre Kol y Anya, los había llevado a la crueldad a lo largo de los siglos.

—No es algo bueno —murmuró.

Alexei comprendió sus palabras.

—No lo es —le aseguró. Klaus lo miro inexpresivo —. Aun así lo están y para ser sincero, prefiero que así lo sea —confesó en tanto tomaba su trago —. Juntos saben cómo controlarse, Niklaus, pero sin el otro todo es un completo caos.

El híbrido lo sabía y eso era lo que más le llegaba a molestar. Con una mueca en su rostro volvió a correr su mirada, esta vez viendo las personas que reían y hablaban frente a ellos.

Fue cuestión de segundos que su atención se dirigió a la entrada del Grill, donde entró la rubia por la cual se había interesado cuando volvió a Mystic Falls; Caroline Forbes. Una pequeña sonrisa curvó sus labios.

BLOOD TIES ━The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora