VIII. Charla padre e hijo

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Los menores entraron y la escena que vieron fue demasiada, tanto que los dejo en completo shock, habían olvidado lo que habían hablado hace un momento, no, eso era demasiado para sus ojos, probablemente Akutagawa fue quien sufrió más al verlos aunque Atsushi probablemente sufrió de un ataque al corazón

Allí estaban, nuestro famoso doble negro, en la alfombra del lugar, Chuuya tenía la playera rota, los pantalones abajo dejando libre su trasero, Dazai seguía con la playera pero el pantalón y boxers habían sido historia, uno encima del otro, la posición digamos... Era muy mala

Chuuya subió sus pantalones en cuanto vio a los menores y se levantó, Dazai solo se tapó con un cojín y busco sus boxers tranquilamente mientras Chuuya buscaba excusas, en cuanto encontró sus boxers se los puso y comenzó a reír al ver que ambos menores seguían sin moverse o pestañar

- DAZAI INÚTIL AYÚDAME

- Ok, ok – Dazai arreglo su garganta – bien chicos, cuando dos personas se aman hacen el amor

- No escucharé de esto – dijo Akutagawa yéndose

- Muy bien, Atsushi-kun

- Tampoco Jinko – dijo Akutagawa jalando al albino en Rashoumon

- ¡Chicos! – grito Chuuya – no es lo que parece, ¡heeey! vuelvan, llévenme, maldición

Akutagawa llevo a Atsushi a su habitación, el menor seguía sin reaccionar

- Hey Jinko – le llamo – ¡Jinko! – suspiro – ok – Akutagawa golpeo a Atsushi tan fuerte que le hizo escupir sangre

- E-eso do-dolió – decía Atsushi con lágrimas en los ojos

- No reaccionabas

- ¿¡Y GOLPEARME ASÍ LO RESOLVERÍA!?

- Me venía aguantando ese golpe ya hace mucho

- ¡Niños no peleen! – se escucho el grito de Chuuya

- ¿en serio dirá algo después de lo que paso?

Atsushi se ocultaba en su sudadera, estaba avergonzado

- Hey Jinko, debemos salir

- No quiero, eso fue vergonzoso... ¿qu-que estaba pasando?

- ¿no sabes?

- Lo sé, leí libros pero... - trago saliva – entre dos hombres y luego Chuuya y Dazai-san

- ¿eh libros?

- Nadie me enseño nada en mi vida – se quejó el albino – solo tenía una enorme biblioteca

- ¿no sabes nada? ¿Cómo leías?

- Que chistoso eres eh – dijo sarcástico – tenía clases en el orfanato, pero solo se cosas a nivel primaria, quizá algo de secundaria – miro al pelinegro – pero puedo leer cualquier cosa de cualquier tema. Los libros... siempre fueron mi salvación

- Ya veo – tocio Akutagawa – salgamos, Dazai-san te debe una charla

- ¿eh? Espera, ¡no quiero!

El pelinegro llevaba al albino ahora entre sus brazos ya que Atsushi usaba sus garras de tigre para romper a Rashoumon, en cuanto Dazai los vio llegar sabía que algo había cambiado entre ellos, Chuuya los miro y los separo

Eco - AkuAtsu - Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora