El Rojo en tu piel.

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Era como la nieve, blanca sin mancha alguna; se veía tan impecable, su piel no había tocado suciedad alguna.

Quizá solo si yo pudiera darle un poco de mi impureza; si solo pudiera ensuciar con rojo su piel Nivea, quiero verlo llorar de dolor, gritar por todo el daño, suplicar piedad; si solo sintiera lo que yo.

Quería ver su piel en rojo solo probar que se vería hermoso en ese color; me gustaba ver el rojo en mi piel era algo blanca pero no como la de el; la de el pedía a gritos el rojo carmesí, y yo se lo daría.

Lo corte y su sangre corría mientras  reía, lo escuchaba gritar de dolor; que gemidos tan exitantes, lo lástima tan fuerte que mis manos folian de los latigazos de lanzaba; era emocionante, me evitada verlo de esta manera; su piel se baño de rojo y lo pose frente al espejo, te ves hermoso; realmente te ves hermoso. Sus lagrimas corrían por sus mejillas y zollosaba por piedad.

Pero esto solo había comenzado por que su piel vestida de sangre me volvía loca, se veía realmente extinto verlo de esa manera.

Amaba su el Rojo en su Piel. El rojo carmesí le adornaba a la perfección.

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