CAPÍTULO 15

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[VERDAD]

Me sentía confundida y con un poco de recelo. El...yo ya habia fraternizado con el no ahora si no hace doce años atrás, en el Kinder me acuerdo que habia un niño que le gustaba llorar, paraba solo y nadie se juntaba con el por ser raro.

Yo a los cinco años era un pequeña niña con coletas rizadas y lacitos en ellos, sonreía todo el tiempo y era muy buena haciendo amigos. Un día el habia faltado al colegio y me acuerdo que yo me habia preocupado tanto por el que le dije a Jorge que me acompañara al parque que quedaba a una cuadra de insti al que ahora asisto.

Una vez lo habia visto ahi cuando Jorge y yo fuimos a jugar. Tenia la esperanza de que el estaría ahi pero no fue asi, Jorge dijo que estaba loca y que debíamos volver a casa ya que mamá y papá le echarían al culpa a el.

Al día siguiente el fue y yo de por si cuando lo vi entrar al salón salte a abrazarlo, el me miro con cara de que tenia una araña en la cara. En el recreo el se quedaba en la parte de atrás del arenero que no se veia si estabas ahi. Era un buen escondite.

Me acerque a el y le dije: - no llores o me encargare de hacerte reír.

Ya que el estaba llorando, pero al día siguiente nunca mas lo volví a ver, solo supe que se habia ido de la cuidad y que estaría bien.

Luke era aquel niño que habia olvidado no me acordaba de el hasta ahora pero fue algo golpeante  ya que me acordaba de todos incluso de Marta la pesada. Menos de el.

En ese momento yo me levanté de golpe haciendo que el se salga de mi- no en ese sentido, pervertidos-se sentó en el sillón y retomo la posición de apoyarse sobre los codos.

Yo me acomode el polo ya que alguien habia estado husmeando dentro de el.

-Tu fuiste la primera persona en que me acepto- dijo sin motivo .

Yo lo mire entrecerrando los ojos.

-Vivo en una casa donde viven muchas personas, me mude porque ellos me habían adoptado. -dijo mirando al suelo su semblante era triste.

-En el Kinder nadie se acercaba a mi pero  un día una niña me abrazo y luego me dijo eso-dijo al fin mirándome con ojos de cordero.

Me hizo gracia pero me mordí la lengua por no reírme en su cara.

-No sabia que eras tu hasta aquel día que vine a tu casa, cuando me comí los Doritos , vi una foto en el pasillo de ti con tus coletas rizadas y esa sonrisa -dijo mirando ahora al gato loco.- pensé que derrepente no eras tu pero en tu diploma de graduación estaban los nombres y en mismo salón del que yo era, no digo que haya estado locamente buscándote o haberme enamorado de ti solo nació en mi una atracción hacia a ti cuando te vi en primero lo que se me hacia raro era que tu hermano te trataba mal o nunca hacia nada para defenderte-miraba sus zapatos y creo que hasta había empezado a sudar.- me llamaste la atención al ver que andabas sola igual que yo, después supe que un chico...-se callo para pensar o recordar el nombre de aquel chico, se veía sincero al decir todo esto.

-Artencio, creo que se llama- dijo mirando a la pared.

¿Artencio?...¿Artencio?...¿Arte...mis? Artemis.

-Quedras decir Artemis y sabes lo de mis hermanos -dije copiando su posición.

El volteo a mirarme y su semblante cambio, empezó a apretar sus manos fuerte en forma de puño ya que tenia los nudillos blancos. Esta molesto pero...por qué.

-Ese Artemio-bufó, por milecima vez frunció el ceño- tiene un apellido súper raro.

Si que lo tenia.

-Espera...sabias de el?-pregunte ordenando tanta información en mi cabeza.

El asintió.

-Yo lo sabia así que lo vigilaba de lejos, nunca te espíe ni seguí ni nada por el estilo-aclaro.

-Pero el si me lo dijo hace cuatro semanas el día en que salimos de vacaciones exactamente. -le dije mirando al gato que asombrosamente estaba jugando con un hilo de su torre que se había salido.

También es raro verlo ahí ya que siempre para durmiendo en todos sitios menos en donde debe.

Esto se estaba tornando extremadamente incomodo para los dos después que casi...bueno ya saben.

-Dakota lo siento, no puedo evitar sentirme así contigo. -dijo parandoce volviéndose a poner su polo.

Yo...yo también me sentía así contigo así que no solo fue tu culpa.

-Yo lo permití así que fue de ambos-dije parándome tenia ganas de botarlo pero algo muy dentro de mi no quería.

Me sentía rara, feliz, triste, desconcertada, abrumadas y un millar de cosas.

El se acerco a mi y me dio un beso en la frente, pero no solo fue un beso en la frente. Fue del chico al que estoy empezando a sentir algo.

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Las semanas habían pasado y yo hice como si nada hubiera pasado, no nos evitabamos si es lo que querían saber solo nos conportabamos como antes, solo eso.

Es viernes y Sergio ya había llegado a Starville , el hijo de su mamá no me dijo nada acerca de la operación así que creo que fue falsa alarma. Todavía no venía a verme o a llamarme y eso me tenia algo preocupada.

El vivía a una hora de donde yo vivo, no eh ido a su casa pero lo sé porque me lo contó.

Lo había echado de menos estas tres semanas, tenia que contarle que Thomas me estaba empezando hacer caso y que estaba pensado en adoptar un perro claro eso último mis padres no lo sabían y daba igual la verdad ya que siempre paran viajando.

Estamos en clase de biología con el profesor Jon, estaba explicándonos el organismo de un insecto palo, es rarísimo como ese animalito tiene todo completo y sin contar el tamaño claro que su sistema es diminuto. .

Estaba sentada en el medio al lado de la ventana y Luke estaba hablando con un chico de al fondo, creo que lo vi hablando con Jorge. Era un chico con cabello pelirrojo, piel blanca y pecas.

Al terminar la clase yo guarde mis apuntes y el libro de biología, me cargue la mochila al hombro y saque mi celular. El salón del profesor Jon no quedaba tan lejos de la salida solo hay que bajar un piso y podré ser libre.

Al pisar afuera divise a un chico alto y con lentes de sol, estaba parado al costado de un poste en la entrada de la reja del insti.

Sergio.

Corrí hacia el sin importar que todos me habían quedado viendo. Cuando llegue a el lo abrace y no lo solté hasta que el se saco los lentes y ...Dios! Sus ojos!

El podía moverlos, entonces el podía ...

REGLAS DE UNA CHICA GORDA. -© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora