Capítulo 8

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-Candy, mi amor ¿Estás bien? ¿No estás herida?-preguntó Albert

-No estoy herida, Terry hijo, ¿Estás bien?

-Si mamá estoy bien, pero el Señor William me está aplastando

Albert se quitó de encima de ellos y se acostó boca arriba, una bala le había entrado y salido del hombro derecho y tenía otra alojada cerca de la cadera.

-¡Albert! ¡No te mueras! – decía Candy llorando

Albert miró a Candy y volvió a preguntarle: Pequeña ¿estás bien? Revisa si no estás herida

-Estoy bien, mi hijo también está a salvo, ¡Que alguien nos ayude!- gritaba Candy.

Candy puso sus piernas como almohada para sostener la cabeza de Albert y lo abrazó angustiada. Se escuchó el grito de Eleonor Baker: ¡Terry! ¡Hijo! No te mueras.

El Duque de Grandchester revisó al niño para ver si no estaba herido, todos estaba conmocionados, Albert le dijo a Candy: ¡Ve con Terry! Déjame y ve con él, todos te miran.

Candy reaccionó y con mucho pesar dejó a Albert para sostener a Terry.

-Candy te amo, desde que te vi por primera vez en el barco me gustaste, mi tarzán pecoso.

A Terry le salía sangre por la boca.

-No hables Terry, resiste por favor.

Candy le besó la frente

-Cuida de nuestro hijo, dedícate por completo a él- le indicó Terry

-Tu vivirás para cuidar de nosotros, lo veras crecer junto conmigo- lo animaba Candy

-No Candy, siento que la vida se me va.

Los llevaron a los dos al hospital más cercano, Candy no entró en la ambulancia donde trasladaron a su esposo pues sus padres se subieron primero para acompañarlo, ella se fue con su hijo donde iba Albert.

En el camino Terry agonizaba y le decía al Duque de Grandchester: No permitas que Candy le dé un padrastro a mi hijo. ¡Prométemelo papá!

-Si Terry te prometo que yo velaré por tu hijo, el será el próximo Duque de Grandchester.

Eleonor Baker lloraba inconsolable de ver que a su hijo se le dificultaba respirar.

Llegaron al hospital, los metieron a los quirófanos, Terry no logró sobrevivir a la operación, el doctor salió a los 15 minutos de que lo ingresaron.

-Doctor ¿Qué pasó con mi esposo?-preguntó Candy.

-Señora Graham, siento decirle que su esposo ha fallecido, no pudo resistir la intervención médica.

Eleonor Baker se desmayó, Candy no se quebró por la noticia pues tenía que ser fuerte por su hijo.

-¡No! ¡Mi papá no puede estar muerto!-gritaba el niño

Candy lo abrazó para consolarlo

El Duque de Grandchester tomó asiento y pensaba: Dios mío me has juzgado, he sido pesado por ti en una balanza y me has castigado quitándome a todos mis hijos, el único descendiente que me queda es mi nieto.

El Duque se encargó de todos los trámites para que le entregaran el cuerpo de Terry.

La Señora Elroy llegó al hospital en compañía de George, Vieron a Candy y le preguntaron por Albert.

-Sigue en el quirófano.

-¡Dios mío! Que se salve mi sobrino. Tu esposo Terrence ¿Cómo está?

-Él no logró sobrevivir, mi suegro se está encargando de todos los trámites para que nos den el cuerpo.

-George ve con el Duque de Grandchester y ponte a su disposición para ver en que lo puedes apoyar-ordenó la señora Elroy.

George obedeció, el Duque le dijo que lo ayudara a contratar una funeraria para velarlo.

En la comisaria de Chicago la fan desquiciada estaba detenida, su nombre era Claudia Andrea, le advirtieron que si alguien moría la condenarían en la cárcel de por vida.

Ella pensó: Si muere Terrence, me reuniré con él en el más allá.

Albert salió del quirófano pero Candy no pudo quedarse con él pues entregaron el cuerpo de Terry y lo trasladaron a la sala de velación de la funeraria contratada por George.

Candy fue a su residencia para vestirse de luto, al niño lo dejaron al cuidado de su niñera.

La señora Elroy le mandó a decir a Candy que Albert estaba fuera de peligro, ella se sintió un poco aliviada cuando George le dio la noticia.

Los compañeros de Terry de la compañía teatral llegaron para darle el pésame a Eleonor Baker y acompañar a Candy.

A los dos días de su fallecimiento lo enterraron, Albert no pudo asistir porque se estaba recuperando pero no resistía la angustia por no saber el estado en que se encontraba Candy .

Eres perfecta para mi CandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora