Tercer Capítulo

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Terry pasó todo un mes cortejando a Candy, ella pensaba que sólo necesitaba tiempo para descansar y también para consolarse de la muerte de Susana, aunque de manera frecuente le daba besos improvisados cuando estaba distraída, dentro de un mes comenzaría otra temporada de teatro, por lo que Terry estaba con la premura de que Candy lo aceptara.

Albert hizo todo lo humanamente posible para terminar rápido sus reuniones de negocio s en Canadá para poder ir al hogar de Pony y encontrarse con Candy.

Se embarcó hacia nueva York para que de ahí se pudiera trasladar a Michigan.

Después de unos días llegó a Lakewood y se dirigió hacia el hogar de Pony pero ese día Candy y Terry decidieron visitar a Tom y Paty.

-¡No puedo creer que tu amiga la gordita se haya casado con Tom!

-Así es, Paty estuvo unos días ayudándonos en el hogar de Pony y ahí se conocieron.

-¡Pero tu amiga proviene de una familia acaudalada de la Inglaterra!

-Estás en lo correcto, Paty contó con el apoyo de su abuelita, no dejó que sus padres manejaran su vida a su antojo, además Tom es muy trabajador y ha hecho que su rancho sea uno de los más productivos de Michigan.

-Un vaquero y una señorita de alta sociedad ¡Vaya combinación!

-¡Ya ves Candy, nosotros también romperíamos estándares con nuestra unión! Un actor y una enfermera, contrayendo matrimonio.

Llegaron a la propiedad de Tom y Paty, ella estaba embarazada.

-¡Candy me alegra verte!

-¡Paty!

Las amigas se abrazaron.

-Terry, supe lo de Susana, te doy mi más sentido pésame.

-Gracias Paty, Candy ha logrado levantarme el ánimo.

Albert llegó al hogar de Pony, los niños fueron hacia él para saludarlo.

-¡Señor Andrew! ¡Nos alegra verlo!

-A mí también me alegra verles niños.

-Le diremos un secreto, pero no queremos que nos acuse con la señorita Pony, de seguro ella nos retará por ser indiscretos.

-Díganme, prometo no decir nada.

-¡Candy ya tiene novio!-dijo uno de los niños.

Albert se sorprendió al escucharlo.

-¿Cómo pueden estar seguros? ¿No será que ustedes han interpretado mal las cosas?

-No, ya hemos visto al Actor Terrence Graham besando al jefe en la boca.

Albert se puso serio y preguntó: ¿Dónde está Candy?

-Se fue a pasear con el actor pero no nos quisieron llevar, quieren estar solos para darse besitos a escondidas.

Albert ya ni quiso entrar al hogar de Pony y decidió ir a ver al doctor Martin.

-¡Muchacho!-exclamó con alegría el doctor Martin.

-¡Doctor Martin! Fui al hogar de pony y los niños me dijeron que Terry y Candy son novios ¿Es cierto eso?

-No sé, Candy vino una vez y me dijo que le diría a ese muchacho que no estaba enamorada de él, pero luego me pidió permiso para estar pasar tiempo con él, ya que necesitaba ser consolado por la muerte de su mujer.

-¿Será posible que ya son novios? Los niños me dijeron que los han visto besarse.

-Albert recuerda ese dicho que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, tienes que comprobarlo por ti mismo.

Albert se encaminó al rancho de Tom, estaban en medio de una parrillada, Albert vio que Terry tenía abrazada a Candy, y que le estaba ofreciendo un bocdo de carne con él tenedor, ella un poco apenada lo aceptó abriendo la boca para saborearlo, luego Terry se le acercó y la besó.

Albert al ver la escena ya no quiso presentarse y se fue al hogar de Pony para esperarla.

-He perdido a Candy-pensaba Albert-Ella nunca dejó de amarlo, sólo se había resignado porque estaba con Susana, pero al morir ella, ha renacido ese amor que se tenían, yo no soy quien para ser un obstáculo entre ellos.

Candy y Terry regresaron al hogar de Pony llegaron a las 9 de la noche, vieron que un auto de los Andrew estaba estacionado.

-¡Es Albert!-dijo Candy con alegría.

-No entraré primero quiero que platiquen, necesitan aclarar sus sentimientos, conforme a lo que conversen esta noche podrás tomar la decisión si aceptarme o no, ya mañana vengo a saludarlo-comentó Terry

Candy bajó del auto y entró apresuradamente, Albert estaba tomando té.

¡Albert!

Él se puso de pie para abrazarla

-Los niños me comentaron que Terry vino a verte.

-Sí, vino a encontrar un poco de consuelo por la muerte de Susana, he logrado que se distraiga un poco.

- Y dime ¿él te ha declaro su amor?

-Sí , Terry me ha dicho que sigue enamorado de mí y me propuso matrimonio.

-¡Oh qué bien! Ya estás en edad de casarte-comentó Albert tratando de ahogar su dolor y ocultar sus sentimientos.

-Albert ¿Tu estarías dispuesto a dar tu anuencia para que yo me case con Terry?

-¡Por supuesto! Yo les apoyo, la celebración corre por mi cuenta por ser tu tutor.

Candy pensó: ¡Entonces no le intereso como mujer! ¡Yo creí que me amaba!

Candy dijo:¡Pensé que objetarías! ¡Que no dejarías que me casara con él!

-Candy yo no seré un obstáculo para que ustedes realicen su amor, sufrieron mucho después que se separaron, deseo que seas feliz y si Terry es tu felicidad yo lo acepto.

Candy se sentó, tratando de asimilar las palabras de Albert.

-Albert ¿Y qué hay de ti? ¿Qué harás cuando yo contraiga matrimonio?

-Candy no quiero que te preocupes por mí, nunca perderás mi cariño, yo siempre estaré al pendiente de ti.

Albert la abrazó, a Candy se le salieron las lágrimas .

-Nunca pudimos viajar juntos, en una de tus cartas me dijiste que lo haríamos.

-Lo sé pequeña, ahora viajarás con tu esposo. En dos meses tengo programado un viaje a Escocia, así que si deseas casarte con Terry antes que me vaya, pues podemos organizar todo para que yo pueda entregarte en el altar.

-De seguro Terry querrá algo íntimo, aunque es una figura pública- contestó Candy.

-Entonces la boda puede ser en la capilla que está en la mansión de Lakewood- contestó Albert.

Esa noche Albert salió con el corazón destrozado del hogar de Pony, se fue directamente con el doctor Martin.

-Muchacho tiene tiempo que no tomo pero esta noche te acompañaré en tu dolor.

-Ellos se aman doctor Martin.

-Le hubieses declarado tu amor, ella me dijo que...

-Calle por favor, no quiero escuchar nada más. Organizaré todo para que ellos se casen, lo más pronto posible.

Eres perfecta para mi CandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora