Amor Prohibido[KaiSoo]

Capitulo 6 Parte 2

- ¡¿Qué crees que has hecho?!- me grito mi padre- Él es mío de mi propiedad, no vez lo que has causado-
- ¡no has visto como se ha puesto KyungSoo!- le grite del mismo modo, su respiración era agitada. Se desordeno el pelo, en modo de enfado y se arreglo la camisa. Tomo su chaqueta y salio de casa, otro fuerte portazo, estaba dado por mi padre, se escucho, un poco dudoso de subir a saber como estaba, me decidí a ir.

Toque a su puerta, pero nadie abría, en un momento temí lo peor. Salí de esa conclusión apresurada que había tomado al instante, y escuche la regadera detrás de la puerta, aun así no podía entrar Él había cerrado con seguro la puerta principal de su habitación, después de un rato. Mas de una hora de esperar para ser especifico, se seguía escuchando la ducha dada, pero por mas que intentara entrar seria en vano, nadie mas que Rosa tenía llaves. ¡Rosa! se me había prendido el foco, baje lo mas rápido por las escalera, llame a la puerta de Rosa.

- Joven Kim ¿Qué pasa?- pregunto refregándose los ojos.
- tu tienes llaves de todas las habitaciones, me podrías dar la de KyungSoo- le pedí
- No lo sé...-
- Hace un rato a ocurrido algo y Él se a encerrado en su habitación, pero no abre y me estoy preocupando- Me miro un poco dudosa y volvió a su habitación, registro en su mesita de noche y me dio un gran manojo de llaves, subí de a dos escalones, y me apresure a entrar a su habitación.

Al entrar aun se escuchaba la ducha encendida, golpee la puerta del baño, pero nadie respondía, abrí un poco, dejando ver que se encontraba sentado en la ducha, pero solo se veía su cabeza mojada con el agua, no me detuve a pensar si estuviera vestido o desnudo, era extraño que alguien así, estuviera quieto a pesar de haber oído que abrían la puerta de la pieza y la del baño, así que me acerque a paso lento, para poder verlo. Ahí lo vi bien, se encontraba con la misma ropa, claro que todo empapado y pegado a su cuerpo, pero ya no estaba despierto se había quedado dormido debajo de la ducha encendida, toque el agua, estaba como hielo, así que lo saque, no parecía reaccionar, en ningún momento me detuve a pensar en que estuviera frente a mi completamente mojado ni que estuviera semi desnudo, solo quería cambiarle esa ropa o se enfermaría, claro que no le cambiaría yo la ropa interior ni mucho menos.

- Rosa- Alce la voz, no muy fuerte para no despertarle. Ella llego en poco tiempo hasta donde mi.
- Oh por dios- dijo asustada- ¿Qué le a pasado a joven KyungSoo?- dijo acercándose a él, toco su frente- se ve muy mal ¿Por cuánto tiempo a estado bajo la ducha fría?-
- Por mas de una hora- No recordaba exactamente el tiempo- Le podrías cambiar la ropa- Asintió con la cabeza. Salí de la habitación y me dirigí a la mía, de seguro Rosa lo ayudara, lo dejara bien acostado y arropado en su cama.
Ya me había cambiado de ropa, por mi pijama, estaba saliendo del baño, cuando rosa golpea a mi puerta.
- Joven Kim, KyungSoo ya esta cambiado de ropa, la he dejado acomodado sobre su cama-
- Gracias Rosa ya puedes ir a descansar-
- De nada señor solo cumplo con mi deber en esta casa-

La curiosidad había ganado y me encontraba fuera de su habitación, abrí con cuidado a no molestarle, me había detenido a pensar en si es que mi padre volvería, de ser así y si me encontraba en la habitación de KyungSoo, de seguro seria la peor pelea que tendríamos. Pero era mas que obvio que no volvería, se iría a revolcar con quien sabe, a quien sabe donde, me daba igual lo que hiciera el con su vida.
Me quede un momento parado al lado de la cama de KyundSoo, me detuve a mirarle, era realmente hermoso, cada facción de su rostro era única, como si hubiera sido dibujada. Me senté sobre la cama a un costado, su respiración era tranquila, aunque su mano estaba helada, ya no tenia esa temperatura como la que lo había sacado de debajo de la ducha. Di la vuelta a la cama y me recosté sobre esta. Pretendía acercar mi cuerpo que se encontraba a mayor temperatura que el suyo, para darle calor, lo había visto en algún programa de televisión, era supervivencia. Así que me recosté y lo abrace, extendí mi brazo y mi pierna sobre Él, había quedado lo suficientemente cerca de su rostro como para verle cada detalle, pestañas, perfil, sus labios...sus labios tan...perfectos. Podía sentir su respiración rozar con mi cara, era una combinación perfecta. Me quede observándolo hasta que el sueño llego a mi, y me quede rendido a su lado.