♚ Tokyo BOY ♚ [ - Katsuki Yuuri - ]

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- ¿Quién demonios es ese Vicchan, cerdo? -

Los fideos que estaba sorbiendo se me atoraron a mitad de camino por la pregunta nada discreta que hizo Yurio a mitad del almuerzo que tomábamos junto a Minami y Phichit.

- ¿Vicchan? - preguntaron nuestros amigos al unisón.

- ¿Podrías dejar de llamarme "cerdo"? - cambie el tema sin prestar atención a los otros dos.

- Lo hare cuando ya nadie vuelva a llamarme "Yurio" -

Fruncí los labios, el que le apodaran Yurio solo por llamarse como yo no era mi culpa, ni la de él, era de los demás, pero aun así yo era al único al que insultaban.

- ¿Quién es Vicchan, Yuuri? - pregunto ahora Phichit.

Estaba en problemas, una cosa era lidiar con Yurio preguntando ocasionalmente sobre Vicchan, pero cuando a Phichit se le metía algo en la cabeza no descansaba hasta saber la verdad. Suspire al tiempo que Minami también preguntaba por él y me rendí, deje los palillos y mi plato a un lado para responder de la mejor manera que se me había ocurrido.

- Vicchan es... un amigo por correspondencia - las caras curiosas de mis amigos no se hicieron esperar pero aun así continúe hablando - y también... es el nombre de un caniche que tuve de pequeño, y que murió -

Ahora sí, sus expresiones de desconcierto era lo que esperaba, volví a suspirar por segunda vez en el día esperando el bombardeo de preguntas, pero antes de que alguien más dijera nada Yurio hablo.

- Explícate - demandante como siempre.

Apreté mis nudillos nervioso, pensando en las mejores palabras para explicar la situación, pero justo en ese momento el tono de llamada de mi celular sonó.

- Lo siento, debo contestar, luego les cuento - y hui del lugar sin importar los reclamos del (aun ahora) aterrador rubio.

Di gracias internamente a la persona que me había llamado, luego de haber corrido un poco más lejos conteste sin verificar de quien era el número.

- ¿Hola? -

- Muy buenos días tengas hoy, Yuuri -

- V-Viktor... Buenos días - respondí sintiendo como el calor subía a mis mejillas.

Habían pasado algunos días desde que empecé a tratar más a Yurio, y un poco más desde que había conocido a Viktor, nos mandábamos mensajes de vez en cuando, poco después los mensajes se volvieron llamadas de solo un par de minutos, pero aquellas pequeñas cosas, sumadas a las cartas de Vicchan que cada vez eran más frecuentes, hacían realmente felices mis días.

- Siempre tan nervioso, eres alguien muy tierno, Yuuri - Eso era culpa de Viktor y el modo tan peculiar que tenia de decir mi nombre.

- ¿Cómo va tu día? - desvié el tema de manera demasiado obvia, pero eso no pareció molestarle.

- Bastante aburrido en realidad, incluso creo que tendré la tarde libre -

- Ya veo, trabajas demasiado es bueno que tomes un respiro de vez en cuando -

- Tienes razón, por eso... - paro un momento y yo trague en seco - ¿Quieres ir conmigo a tomar algo por la tarde? No importa si solo es un café con leche en la cafetería de Chris -

-No me molestaría - murmure un poco bajito, sonreía pero aun así estaba nervioso - Hay otras cosas que me gustaría probar - agrega para no preocupar a Viktor, aunque eso pareciera imposible.