15 | Kaffeine

53.5K 3.4K 306
                                    

Canción:  On purpose, Sabrina Carpenter.

 
                  ・゜✩ 。*

Capítulo 15. Kaffeine.

Maydelinne Hanae.

Quisiera poder gritar, gritar tan fuerte para que alguien me escuche, que escuche mi dolor, que sepa cómo me siento. Lo atrapada que me encuentro.

Como el pecho se me encoje cada vez que pienso en mí madre, cada vez que recuerdo a mí padre y me pierdo con mi hermano pequeño.

El recuerdo de la muerte de mi madre llega a mí cabeza y mi cuerpo se sacude con un sollozo, era ella o el bebé... Y ella escogió que mi pequeño hermano viviera, me dejo a cargo de su hermano de 23 años. Una chica de 15, un bebé recién nacido y un chico que disfrutaba tocar a su sobrina. Sollozo. Golpearla cuando no hacía caso y se resistía escuchando el llanto de su hermano.

Despierto sobresaltada y sudando frío, tomo una bocanada de aire cuando este se atasca en mí garganta, entre la oscuridad busco el frasquito blanco en mí mesita de noche, hago un pequeño ruido tratando de respirar pero no puedo. Odio tanto tener estos ataques después de una pesadilla. Tomo el frasquito y lo llevo a mis labios rápidamente.

Veo de reojo a Dawson dormir pacíficamente mientras abraza su osito. Vuelvo a acostarme mirando el techo lleno de estrellas luminosas, mamá las pego para para mí, según ella para que no estuviera completamente oscura mi habitación.

Trato de dormir de nuevo pero no puedo ni cerrar los ojos, veo el reloj de nube pegado a mí pared lila, las 3:30 de la madrugada. Dios, sí no me duermo ahora tendré unas grandes ojeras mañana.

                      ・゜✩ 。*

Empujo la puerta del instituto para poder entrar, hace exactamente un mes que Devan se agarró a golpes aquí mismo y el solo hecho de recordar como el tipo le clavo la navaja me hace sentir una ligera molesta en el pecho.

He estado pasando mucho tiempo con Devan últimamente, en el instituto, después de salir de clases y a veces me lo encontraba mientras caminada al departamento. No me quejaba, me gustaba pasar tiempo con él, lo conocía cada día más.

Lo que me dolía era ocultarle las cosas, sí, me sinceraba con él pero no le decía todo. No me atrevía a hacerlo.

—May—escucho la voz de Michi detrás de mí. Me giro quedando frente a la pelirroja. Doy un paso hacia atrás cuando coloca un papel bastante colorido cerca de mi rostro.

—¿Qué es eso?

—La red party susurra emocionada mientras pasa un brazo por mis hombros y comenzamos a caminar. Leo cada pequeña letrita con una mueca. Fiesta neón—. Tenemos que ir, sí porque sí. —asegura.

—A mí no me gustan mucho estas cosas-opino desinteresada en la fiesta.

—¡Ay por Dios! Nadie sabrá que eres tú... Es... excitante—la volteo a ver con una ceja arriba—. ¿Qué? ¿A caso nunca has querido hacer algo sin que sepan que eres tú? —muerdo mi labio, niegos despacio —. Bueno querida amiga, vas a hacer algo sin que nadie se dé cuenta que eres tú, y va gustarte.

—No vas a hacer nada en contra de mí voluntad, ¿cierto?

—Nada que tú no quieras, cariño.

—Bueno, entonces dime que voy a hacer.

La próxima media hora estuvo llena de ruegos y quejas por parte de Michelle después de contarme su magnífico plan que aunque no me desagrado del todo, no estoy de acuerdo. Nunca me atrevería de hacer tal cosa.

Respírame © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora