V. 2:30 am

579 49 21
                                    

—N-noiz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—N-noiz ...para—. Le ruego mientras aprisiono mis manos sobre mi rostro reflejando una clara vergüenza.

Pero mis súplicas son ignoradas completamente, Noiz continúa masajeando mi miembro, esperando de algún modo sacar mi esencia por tercera vez.

El frío suelo del baño en combinación con el enorme calor de mi entrepierna, crea un contraste que me hace preguntarme si estoy en el cielo o en el infierno.

Frota mi miembro de arriba hacia abajo sin ninguna clase de delicadeza, sus rudas barridas sobre mí no causan más que una extraña combinación de dolor y placer.

Creía que haber llegado a mi punto máximo de excitación, veía venir ya el liquido saliendo y esparciéndose por la mano de Noiz, aunque esto no haría mucha diferencia; la mano de Noiz está tan húmeda como mi entrepierna.

Entre restos de mis anteriores corridas, saliva de Noiz y líquido preseminal; la humedad hace que su mano se paseé por mi intimidad con una libertad total.

Justo cuando creía que esto no podía empeorar, Noiz deja de frotar mi pene y me mira, como esperando que yo hiciera algo.

—¿Qué ocurre?—Pregunto impaciente, debo admitir. Mi miembro palpita y siento mi excitación bajar.

—Quiero que tú mismo termines con esto—. ¿Qué quiere decir? Significa que ...¿debería decirle yo mismo que se detenga? O... ¿Me está pidiendo que yo me ...masturbe?

Definitivamente prefiero la primera opción.

Permanezco en silencio esperando a que Noiz aclare mis dudas, pero él solo me mira esperando con su mirada inexpresiva.

¿De verdad voy a hacer esto?

Escucho los gemidos en la parte de abajo, una parte de mi me dice que esto está mal y debería ir a saber que pasa, pero otra me dice que lo disfrute.

Llevo mi mano hasta mi parte baja, no quiero ver a Noiz a la cara, pero puedo sentir que me mira fijamente.

Llegó hasta mi miembro y comienzo a dar pequeños toques en la punta, esos toques me hacen estremecer, estoy tan sensible que incluso la brisa pasando por esa zona me haría llegar al orgasmo.

Juego con mi miembro, paso mis dedos con delicadeza por la punta para después descender hacia los testículos provocándome algunos estremecimientos que me hacen arquear mi espalda y soltar gemidos llenos de descaro.

Por un momento me olvido de Noiz y del mundo entero, incluso de los gemidos que habían logrado intensificar mis sensaciones. No imaginé que yo mismo fuera capaz de darme tanto placer.

Me sumerjo en un intenso mar de gozo, estoy a punto de correrme pero repentinamente, siento algo tomar mi mano. Salgo de mi shock inmediatamente y los labios de Noiz llegan hasta los míos con intensidad.

Sin previo aviso introduce su lengua en mi boca, la invade por completo, paseándola por todo el interior. Siento sus piercings haciendo un sonido de choque en mis dientes, aunque no es algo que me moleste.

Noiz coloniza mi boca por completo, el dulce líquido que compartimos comienza a correrse por mis labios, la está haciendo completamente suya.

En mi entrepierna puedo sentir algo firme, es la erección de Noiz, él toma mi mano y la dirige hacia ésta. Intento decir algo pero su lengua comienza a llegar hasta mi garganta ¿cómo es posible esto? La rasposa superficie frotando las paredes de mi boca me hacen poco a poco perder el casi extinto control que me quedaba.

Froto su entrepierna con algo de rudeza, es tan caliente, incluso podría jurar que comienza a palpitar. La humedad de aquel tentador lugar comienza a inundar mi mano y lubricarla.

Con el control totalmente perdido, introduzco mi mano dentro de la ropa interior de Noiz, su erecto y húmedo miembro me da la bienvenida. Lo tomo con firmeza y comienzo a masturbarle. Pero algo es extraño aquí, parece ser que mis manos no hacen mucho por complacerlo, Noiz deja de besar mi boca y se entrega por completo a mi cuello.

Lo olvidaba. Noiz no puede sentir dolor y sentir otra clase de sensaciones es difícil para él ¿Debería usar más fuerza? Si lo hago lo suficientemente rudo como para traspasar esa capa de insensibilidad, tal vez pueda hacerlo correrse. Pero mi cuerpo fue más rápido que mi mente. Masturbo con fuerza el duro miembro de Noiz, para una persona cualquiera esto dolería, pero puedo escuchar dulces sonidos justo en mi oído; Noiz está gimiendo, pero de una manera tan penetrante que no me cabe duda que mi plan funcionó.

Los gemidos de Noiz se intensifican, gime como si con sus gemidos la sensación aumentará, o tal vez ese es el efecto que sus voz disfrutando del placer provoca en mi.

No puedo, su voz es tan excitante que ...quiero tenerlo dentro de mi ya. Quiero sentírlo, quiero que me llene por completo, que me destruya, que rompa todo dentro de mi hasta que no quede nada más que mis gemidos eternos y su corrida en mi interior desecho.

Mis manos se estampan contra la tina del baño, al ritmo de las embestidas de Noiz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis manos se estampan contra la tina del baño, al ritmo de las embestidas de Noiz.

Arqueo mi espalda lo más que puedo, sacando mi parte baja entregándosela por completo a Noiz, quien ya ha dejado mi espalda y pecho con algunos rasguños, no me molesta en absoluto, estoy tan exitado que incluso el dolor que me provoca me hace sentir placer.

Me encuentro de rodillas frente a la bañera, mi pene choca contra ésta cada vez que me embiste con fuerza, siento tanto placer que me correré por quinta vez. Cada vez que me corro el orgasmo se hace más intenso, siento que enloqueceré.

Siento algo ligeramente ardiendo en mis glúteos, el sonido de mi piel chocando con la de Noiz me hace percatarme de las salvajes embestidas que me da; mi piel debe estar completamente roja ahora. Escucho pasos acercándose hacia donde estamos y Noiz parece también percatarse de ello, toma con fuerza mi pene y comienza a masturbarlo mientras me embiste con fuerza.

Mis gemidos no tardan en salir, el placer es demasiado, me abruma, me hacer gritar como un loco, he llegado al extremo de ser exitado por mis propios gemidos.

La puerta se abre y lo único que escucho es una desconcertada voz.

—¿M-master?

Noche en Sodoma [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora