Noche en Sodoma [Terminada]

IX. 6:14 am

Aoba permanecía en el suelo. Su dolor punzante e incontrolable no impedía que su mirada curiosa observará la escena detrás de la puerta; una orgía.

El escenario desprendía sexo por donde se le mirara.

La primera escena en captar su atención se la llevó Clear, quien era rodeado por tres hombres que lo tenían aprisionado como un animal en una jaula humana.

Los tres hombres de Scratch, peleaban por su turno mientras disfrutaban de las felaciones que el ojirosa hacía, con una mirada que mezclaba curiosidad, placer y temor.

Mientras un Clear de rodillas intentaba saciar el libido de sus acompañantes, la virilidad de estos golpeaba su rostro, suplicando por atención.

Uno de los hombres se cansó de esperar por la boca del peliblanco, así que decidió ir hasta su parte trasera. Clear mantenía su holgado pantalón, pero éste fue apartado bruscamente por el nombre, quien no dudó en ponerlo en cuatro y observar con perversión aquella entrada suplicante por penetracion.

El profanado orificio aún mantenía su forma original pese al uso anteriormente dado, esto se reflejó en la penetracion dificultada que presentó el hombre. Una vez todo estuvo dentro, comenzaron las embestidas, y con ellas, el alejamiento de la vista de Aoba.

—Ordinario...

La siguiente escena en llegar a a sus ojos fue por parte de Koujaku, quien peleaba con un chico rubio (al parecer el más joven de Scratch) por ser el pasivo de Ren, cosa que no discutieron por más tiempo cuando Noiz tomó a Koujaku y lo alejó, dejando al chico rubio el camino libre.

Ren parecía reacio a las tentaciones que provocaba el chico, pero bastó con que éste se le abalanzara y comenzará a besarle agresivamente, mordiendo su labio inferior al grado de ocasionar un pequeño hilo de sangre que corrió por la boca de Ren hasta su mentón.

Las manos del chico rubio tampoco tenían descanso, arañaban con fuerza el dorso desnudo de Ren, dejando a su paso un camino disparejo de líneas rojas.

—Sin emoción...

Aoba se enfocó en Koujaku y Noiz, éste último callaba la gran boca de Koujaku con un apasionado beso. El ojirojo intentaba alejar de él ese mocoso que tanto le desagradaba, pero su erección le impedía a su orgullo salir.

Koujaku se dejó llevar y de un momento a otro correspondió aquel extraño beso. Las lenguas de ambos jugaban una batalla por saber cuál era la dominante, la cual era una guerra bastante difícil; ambos tenían una experiencia extensa en besar, pero esto en lugar de ser una desventaja, lo convertía en ese plus que convierte a un beso ordinario en uno embriagante y deliciosamente excitante.

Noiz se separó, dejando humedad alrededor de la boca de Koujaku. Descendió por aquel fornido pectoral que resaltaba por esos tatuajes tan magistralmente gravados, que simplemente convertía la piel de Koujaku en un verdadero manjar.

Entre lamidas y estimulos, continúo su camino hasta descender a aquella parte. Tomó entre sus manos el duro miembro y lo introdujo en su boca sin mayor problema, los gemidos de Koujaku no tardaron en presentarse, pero la excitación de éste ya no bastaba con su parte delantera.

Avergonzado y procurando ser visto por la menor cantidad de gente posible (lo cual logró gracias a que cada quien estaba en su propio asunto) dirigió dos de sus dedos hacia su entrada y comenzó a introducirlos. La extrema calidez de la boca de Noiz y sus dedos acariciando sus paredes internas; eran una sensación totalmente abrumadora y deliciosamente placentera.

—Típico...

Aoba dirigió su mirada hasta un peculiar punto de aquella repugnante habitación; el resto de los miembros de Scratch (demasiado orgullosos como para incluirse en la orgía), observaban la escena mientras se masturbaban frenéticos.

Con semejante espectáculo en vivo, nadie podría resistirse, pensó Aoba.

Mink permanecía en el marco de la puerta abierta, recargado en la pared y fumando su pipa mientras observaba la escena. Sus ojos dejaban en claro lo que pensaba: patético.

El frío piso no era muy cómodo, pero Aoba no podía irse a otro lugar, o al menos mover una de sus extremidades sin soltar un estruendoso grito de dolor.

Su cuerpo estaba hecho pedazos, pero su mente no.

—Que aburrido—. Mencionó frustrado desde el suelo, esperaba ver algo más interesante, pero se encontró con más de lo mismo; sexo ordinario por aquí y por allá.

Por los pequeños orificios de las paredes comenzaba a verse la luz de la mañana; esto no le gustaba en absoluto.

El día, sinónimo de pureza y castidad; un ambiente que contrastaban completamente con lo que veía y con lo que quería ver.

Debía solucionar este problema, y encontró rápido la solución.

No puede evitar que amanezca ...en la realidad, pero en su mente, no solo podía evitar que amaneciera, también podía cambiar el rumbo de esta ordinaria escena, a una mucho más ...interesante.

—Todos ...entrarán en mi—. Proclamó en voz alta e inmediatamente el escenario se distorsionó.

Todos continuarían sus acciones, pero no de esa misma manera, es momento de que ellos agradezcan a los miembros de Scratch lo que les hicieron, así como Aoba lo hizo con Mink.

—En mi mundo, se extenderá la noche en Sodoma.

Holi! Lamento mucho la tardanza, por las lluvias mi internet se fue toda la tarde y acaba de llegar, intentaré solucionar esto para evitarlo a futuro.

P.D. Próximo capítulo, comenzamos con la sangre
( ͡° ͜ʖ ͡°) ❤️