El Grupo De Jane 2 - El Regreso

Capítulo 5.

Grupo: "Proyecto"

Lizbeth: Hola chicos.

Vicky: ¿Qué demonios?

Alex: ¿Lizbeth?

Lizbeth: No idiota, soy Jane, ustedes me despertaron de mi eterno descanso, ahora pagarán por ello.

Gabriel: Lo sentimos mucho Jane, no era nuestra intención.

Alex: La culpa es únicamente de Lizbeth, esa estúpida lo hizo.

Lizbeth: Yo los vi a todos con el maldito dedo en la plancha de la ouija, no me vengan con estupideces de que fue sólo Lizbeth.

Amber: Está bien Jane, fuimos todos, pero en verdad lo sentimos.

Lizbeth: ¿En serio? Pues no me importa estúpidos.

Vicky: No nos hagas daño Jane, por favor, no quiero morir.

Lizbeth: Eso lo he escuchado tantas veces, si mal no recuerdo, ahora uno de ustedes me insultará.

Alex: Déjanos en paz pinche fantasma loco.

Lizbeth: Wow había olvidado esto, creo que lo extrañaba.

Gabriel: Alex, tienes que disculparte con Jane.

Amber: Hazlo Alex, rápido.

Lizbeth: Hazlo Alex, estoy esperando una gran disculpa para tu absurdo insulto.

Alex: Lo siento Jane, pero creo que todo lo que te paso, lo tenías bien merecido.

Alex eliminó a Lizbeth

Vicky: Pensé hacer eso, pero me daba miedo.

Gabriel: Tenemos que buscar a los chicos y pedirles ayuda, no podemos con esto solos.

Alex: Tranquilo Gabriel, todos estaremos bien, nadie morirá.

Amber: Esto ya había pasado, ahora estamos condenados a morir.

Gabriel: Yo no quiero morir.

Vicky: Hagamos lo que dice Gabriel, necesitamos ayuda.

Fuera del grupo.

Nick tomó su maleta y se dispuso a bajar del camión, rápido corrió hasta unos arbustos y se escondió, sacó su celular y busco el número de Romero.

Presionó al icono de llamar y se colocó el celular en la oreja, rápidamente el número lo mandó al buzón, Nick colgó y guardo su celular.

—¿Qué se supone que haga ahora? —se preguntó a sí mismo.

Él caminó hasta la calle y detuvo un taxi, rápido subió, pues ahora se dirigiría a casa de su viejo amigo, Ismael.

Nick miraba por la ventana, veía lo poco que había cambiado el lugar desde la última vez que estuvo allí. Viejos recuerdos inundaban su mente, los cuales él parecía disfrutar.

—Puede dejarme en aquella casa, con el arbolito fuera.

El taxista rápidamente se detuvo, Nick lo entregó el monto de su viaje y se dispuso a bajar, sin pensarlo dos veces corrió hasta la puerta y toco dos veces.

—¡Ya voy! —gritaban desde el interior.

Nick se quedó mirando la calle, un profundo miedo inundó su cuerpo cuando vio que una patrulla paseaba por el lugar, así que tocó nuevamente la puerta.

—¡Ya voy, un momento por favor! —gritaron nuevamente desde el interior.

Segundos tan sólo después, la puerta se abrió y por ella apareció el amigo de Nick, el cual tenía una pinta de estar borracho y drogado.

—¡Nick, mi viejo amigo!, ¿Qué aire te trae por acá?

Nick le indicó que guardara silencio y rápido entró a la casa, cerrando la puerta despacio, para no llamar la atención de la patrulla.

—¡Ismael José, no has cambiado nada!, ¿Cuándo fue la última vez que nos vimos?

—Creo que hace dos años, la última borrachera a la cual asististe, ¿Qué has hecho desde entonces?

—Me fui de la ciudad, pero tuve que regresar, necesito encargarme de algo —mencionó Nick, tomando asiento en el sofá.

—Ya sabes Nick, puedes quedarte el tiempo que sea necesario, sólo no tomes mis cervezas, son solo mías, ¿Entendido?

Nick asintió con la cabeza, tomó el control de la televisión y la prendió, justamente estaba el noticiero el cual hablaba sobre Romero.

—Alex Romero será sometido a un juicio este sábado 21 de abril, en el cual estarán presentes sus víctimas, decidiendo el destino del ex oficial de policía, que se dejó influenciar por Nick... —Nick rápidamente cambió de canal, pues su amigo estaba muy atento a la televisión.

—Rayos, creí que Romero ya no estaba más en prisión.

***

—Querida, a esos a los que tú les llamas "busca fama" somos nosotros —dijo Nat molesta.

—Oh lo siento, no fue mi intención insultarlos —añadió Camila preocupada.

—Creo que mejor nos vamos, si quieren saber más acerca del tema, es mejor que lo hablen con Gladys o directamente con esos idiotas que arruinaron el negocio de esa pobre mujer —María miró a Camila y las dos comenzaron a alejarse de los chicos.

Emily los miró a todos con preocupación, ahora con lo que les había dicho María, era claro que lo que pasó hace unos días en la tienda de brujería no fue sólo un accidente.

—Podemos buscar a los chicos, preguntarles lo que pasó —dijo Cat angustiada.

—No, ya dejemos ese tema de lado, recuerden que estamos aquí con un solo objetivo.

Pablo se puso de pie emocionado, al ver que Carlos se acercaba corriendo, todos los chicos se unieron en un emotivo abrazo, pues hacia vario tiempo que no se veían.

—¡Estamos de nuevo juntos! —sonrió Carlos emocionado.

—Si, ahora podemos decidir qué hacer con Romero —Emily tomó asiento en la banca.

—¿Qué haremos con él? Lo he pensado muy bien durante el camino, ahora pienso igual que Emily.

—¿Cómo puedes decir eso, Carlos? Recuerda que casi te mata en casa de Alison —Pablo lo miró enojado.

Nat se puso de pie y miró a todos con enojo, ya que todos tenían ideas diferentes acerca de lo que deberían hacer con Romero.

—Yo haré lo que la mayoría haga, cuando decidan, me dicen en el grupo —mencionó Nat, alejándose de la banca.

***

Martha caminaba de la mano con su pequeña hija Ana, ellas se dirigían a la sala de visitas en la prisión donde se encontraba Romero.

—Mamá, ¿Dónde está papá?

—Ya lo verás hija, sólo camina.

Las dos caminaron hacia la banca donde se encontraba Romero. Martha lo observó con sorpresa, pues él se encontraba muy golpeado.

—¿Qué te pasó, Alex? —preguntó Martha sorprendida.

—Alguien se enteró que posiblemente pueda salir el sábado, me dieron la despedida adelantada —añadió Romero angustiado.

Martha rápido sacó unas toallas húmedas de su bolsa y comenzó a limpiar la sangre que resbalaba por las mejillas de su esposo.

—¿Te duele papá? —preguntó Ana angustiada.

—No cariño, no me duele —Romero intentó sonreír, para no ver triste a su pequeña hija.

Martha siguió limpiando la sangre del rostro de Romero, mientras Ana le daba un fuerte abrazo lleno de cariño.