Capítulo 10.

3K 275 189
                                    

Fuera del grupo.

—Pongan el dedo allí y repitan justo lo que les voy a decir —añadió Jane emocionada.

Las chicas muy asustadas se sentaron en el suelo, justo alrededor de la ouija.

—Esto no es una buena idea, Jane déjanos ir —dijo María muy nerviosa.

—Nos iremos hasta que David, esté de regreso.

María miró a Camila, quien era la más asustada, luego con una seña que hizo, los dedos de ambas chicas se pusieron sobre la plancha de la ouija.

—Muy bien, tal vez tenga compasión cuando acabe con ambas, ahora repitan —añadió Jane sonriendo—. Espíritus del más allá, estamos reunidas para poder hablar con David Silva, ¿Él está aquí?

Las chicas miraron a Jane muy asustadas, luego dirigieron sus miradas a la plancha y comenzaron a decir justo lo que Jane les había indicado.

La plancha no hizo absolutamente nada, tan solo se quedó quieta.

—¿Qué diablos? —preguntó Jane molesta—. Los otros me trajeron muy rápido, ¿Qué pasa?

—Tal vez David en el fondo era bueno, y él fue al cielo —mencionó María un poco asustada.

—¡No! ¡Él tiene que regresar conmigo! Me niego a permanecer sola en este mundo, ¡Háganlo otra vez, idiotas!

Camila comenzó a llorar del miedo que estaba sintiendo.

—Hagámoslo nuevamente —dijo María.

Camila asintió y volvió a poner su dedo en la plancha.

—Espíritus del más allá, estamos reunidas para poder hablar con David Silva, ¿Él está aquí? —para fortuna de Jane, la plancha comenzó a moverse, justo hasta donde se encontraba la palabra, "Si"

Una gran sonrisa comenzó a formarse en el rostro de Jane.

—David Silva, queremos que hagas presencia, aquí, justo en esta tienda de brujería —dijo Jane, indicándole a las chicas, lo que tenían que decir.

Las chicas lo dijeron, y la plancha comenzó a moverse, letra por letra, para al final decir, "Con gusto"

María y Camila quitaron sus dedos de la plancha y se pusieron de pie rápidamente.

—¡Vámonos de aquí! —gritó Camila asustada.

Un fuerte viento comenzó a hacer presencia en la pequeña tienda, haciendo que algunos productos cayeran de sus lugares.

—¡Él está aquí! —exclamó María asustada.

Las dos se tomaron de la mano y comenzaron a correr hasta la puerta de la tienda, donde para mala suerte de ambas, se toparon con David observando desde ahí.

—¡David! —exclamó Jane sonriendo.

—Jane, ¿Qué pasó? —preguntó David un poco confundido.

—Estamos de regreso —mencionó Jane sonriendo—. Terminemos juntos lo que dejamos pendiente.

David observó a las chicas, quienes tan solo querían irse de ahí.

—¿Ellas quiénes son?

—Una tonta empleada de la bruja que nos mandó al infierno, y su tonta amiga.

Jane se acercó a David, pero este desapareció, apareciendo lejos de ella.

—¿Qué haces? —preguntó Jane.

—Yo no quería volver, Jane.

—¿Por qué? —Jane lo miró confundida.

—No lo sé, pero ahora que estoy aquí, ¿Qué te parece la idea de traer a Alison? —preguntó David entusiasmado.

—Ya veremos luego —respondió Jane un poco triste—. Ahora acabemos con estas dos perras.

Jane comenzó a elevar a ambas chicas por el aire, para luego lanzarlas contra un estante donde se encontraban muchas velas.

—¡No, por favor! —gritó María llorando—. ¡No quiero morir!

Camila se puso de pie, mirando a todas las cosas que ahora estaban en el suelo.

—¡Lárgate de aquí! —Camila gritó lanzándole una vela a Jane.

Jane con un pequeño movimiento comenzó a elevar todos los vidrios que había de las velas y de las ventanas que se habían hecho añicos cuando David regresó, para luego dirigirlos a las dos chicas, quienes lloraban de miedo.

—Jane basta —dijo David, Jane soltó todo justo antes de incrustarse en las chicas.

—¿Qué quieres?

—No puedes matarlas, no aun, las necesitamos —dijo David—. Tú las usaste para traerme, ahora yo las usaré para traer a Alison.

Jane miró molesta a las chicas, las cuales comenzaron a correr a la puerta de la tienda.

—¿Por qué la quieres a ella? Me tienes a mí, es lo importante, además puede que Alison no esté donde nosotros estábamos, ella era buena.

***

En casa de Alex, se encontraban los chicos un poco asustados por las amenazas de Jane hacia los sobrevivientes.

—Seguro ya están muertos, eran los únicos que podían ayudarnos —mencionó Vicky asustada.

—¿Tú crees? —preguntó Alex nervioso.

—Si, ella fue a darles una visita, no creo que solo haya ido a comer galletas.

Vicky estaba asustada, pues después de todo, parecía que estaban solos.

—Todo es culpa de esa estúpida, Lizbeth merece arder en el puto infierno —dijo Gabriel.

—Me niego a pensar que están muertos —dijo Amber tomando su celular.

Grupo: "El grupo de Jane"

Amber: ¡Chicos! ¿Están bien?

Vicky: Parece que no, ellos están muertos.

Nat: Hem no, seguimos con vida.

Alex: Lo sabía, me alegro demasiado.

Vicky: ¿Jane los visito?

Pablo: Lo hizo, todo esto es culpa de ustedes, ella debería matarlos a ustedes, no a nosotros.

Vicky: Ya les pedí disculpas, ¿Qué más quieres que haga?

Pablo: Si pudieras regresar al pasado y evitar que tu estúpida amiga tocara esa ouija, perfecto.

Cat: Pablo, basta.

Carlos: No nos queda de otra que apoyarnos y mandar a Jane a donde pertenece.

Emily: Ya lo hicimos una vez, otra no será problema.

Nat: Ahora el problema es encontrar otra bruja.

Jane: Ninguna bruja nos detendrá.

Alex: ¿Nos?

Jane: Si, no podrán con nosotros, quizá en el pasado lo hicieron, pero no se volverá a repetir.

Emily: ¡Dios mío! ¿De qué hablas?

Cat: Por favor que no sea lo que me imagino.

Jane añadió a David.

Jane: Sorpresa.

David: ¿Me extrañaron?

El Grupo De Jane 2 - El RegresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora