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Camine a mi habitación asignada, solo ignoraría a mis compañeras y yo me dedicaría a descansar y salir solo por comida. Siempre hago eso.

Al llegar había dos chicas, las cuales me miraron de arriba a abajo de una mala manera, las ignoro a pesar de haberme sentido mal y voy a la cama. Acomodo las cosas a un lado y me recuesto triste, siempre estoy sola.

¿Porque tiene que ser así?

Deja de pensar así, nos agarrará la depresión aquí.

—Oye, tenemos que estar a fuera.—me avisa una de las chicas y yo me levanto, camino a fuera y todos estaban con sus amigos demasiado felices.

Me pongo hasta atras mirando hacia enfrente donde estaba la directora explicando varias cosas, que son las mismas de todos los años.

—Hola...—susurra Jacob, lo miro y ruedo los ojos.

Admiro a Jacob, lo he rechazado demasiadas veces y aun sigue aquí.

—Guarda silencio, están diciendo algo importante—murmuro y finjo poner atención, aunque no entendía ni madres.

El asintió y se quedó junto a mi, cuando nos dijeron que vayamos a descansar, ya que nos darían este día, yo fui a la cafetería. Tenía hambre, demasiada.

—Bueno, voy contigo—me dice siguiéndome sin saber a donde voy, suspiro y al llegar voy por la bandeja, agarro unas cuantas cosas para después irme a sentar junto con Jacob. El cual parece garrapata.

Comencé a comer sin prestarle atención, no quería hablar demasiado con el. Seguía siendo un mentiroso.

—¿Porque estas enojada?—me pregunta.

—¿Como sabes que lo estoy?

—Te observó, ahora mismo estás respirando demasiado fuerte... frunces el ceño viendo tu comida y...

—Basta por favor... si estoy enojada y es por tu culpa.

Me levanto rápidamente y el hace lo mismo agarrando mi brazo, me suelto bruscamente retirando mi brazo hacia atrás. Lo cual resultó peor, le tire la bandeja a un chico el cual ahora tiene su camisa salpicada de comida.

—Lo siento...—murmuro, todos estaban en silencio esperando algo. Fue entonces cuando Jerry comenzó a reírse de el chico, el cual le tiró con el espagueti sobrante.

Como en cualquier película este fallo, dándole a otra persona inocente. Mi brazo comenzó una guerra de comida.

—Vámonos—me dice Jacob, esta vez tenía razón.

Comenzamos a caminar lo más rápido posible a la salida pero al abrir la puerta la directora ya nos estaba fulminando con la mirada.

—Algo me dice que ustedes son los responsables...

Genial, nos mandarían a la cabaña del castigo. Tengo que librarme de Jacob.

—Fue mi culpa... el no tiene nada que ver—le digo rápidamente.

—No directora, fuimos los dos.

Esta nos mira a ambos y agarra nuestras manos para caminar lejos de ahí. Mierda.

—Supongo señorita Collins que ya sabe lo que pasará. Así que hágame el favor de explicarle a su noviecito lo que sucede.

¿Noviecito?

—¡No es mi novio!—digo rápidamente.

Miro a Jacob el cual sonreía sonrojado. Ay no.

Llegamos a la cabaña y suspiro, pasaríamos los tres días aquí. Juntos. Sin duda, una pesadilla para mi.

—¿Que sucedió?—pregunta él una vez dentro, suspiro fastidiada.

—Estamos en castigo, no podremos hacer algunas de las actividades más divertidas.

—Por lo menos estaremos juntos...—me dice tiernamente y yo lo miro mal.

—Habrán límites Sartorius, tú de tu lado—le empujo hasta que queda fuera mi espacio—, y yo en el mío.

—¿Porque eres tan mala conmigo?

—¿Y tú porque eres tan mentiroso conmigo?—le pregunto y él me mira confundido.

—Bien... se de que hablas, no te dije nada por miedo a que te pusieras celosa, te enojaras conmigo y perder lo que ya tenía ganado contigo...

—¡Ja!... ¿Yo? ¿Celosa por alguien como tú?—elevo una ceja divertida—Ni en tus sueños, nadie estaría así por alguien como tú.

Él me mira sorprendido y triste, ay dios... ¿Que acabó de decir?

—Tal vez no sea el más guapo... el más inteligente, ni mucho menos de tu agrado... pero no tienes que decírmelo de esa manera...—dice y después de eso escucho un pequeño sollozo, iba a ir pero la puerta se abrió y eran que nos traían nuestras cosas. Las dejaron y se fueron.

—Jacob...—digo arrepentida.

—No quiero hablar... por favor entiéndeme tu a mi—me dice con la voz quebrada y se recuesta dándome la espalda.

Debí darme cuenta que es demasiado sensible... me recuesto y suspiro cansada. Soy un desastre que destruye todo a su paso. No le hago bien a nadie.

.

.

La noche había llegado, esta cabaña estaba más alejada de todo por lo qué hacía un poco más de frío.

Jacob no salió de la cabaña en lo absoluto, ni si quiera me ha hablado.

Tenía miedo, estaba nublado y comenzaba a llover, los truenos eran demasiado fuertes y yo los odio.

Me hice bolita tratando de dormir, comencé a llorar sin saber bien un porque.

Por la vida que llevaba.

Por la lluvia.

Frío.

Por hacer sentir mal a Jacob y no saber como arreglarlo.

Bueno, el se disculpo así que...

Me levante y fui a su cama.

—Jacob... ¿Puedo dormir contigo?—pregunto como nunca le había hablado, indefensa y arrepentida.

—Bien...—dice, sin duda tiene un gran corazón.

El cual destruiste por perra.

—Gracias...—me recuesto a su lado sintiendo un poco más de calor.—, también... quería decir lo siento, de verdad lo siento... fui muy grosera.

—Tranquila, soy muy sensible en realidad no fue la gran cosa—me dice con una risita, un trueno cayó haciendo que me estremezca—, ¿Te dan miedo, cierto?—asentí.

Él se acercó más a mi y me abrazó fuertemente. Haciéndome sentir como hace tiempo no me sentía.

Segura... querida, tal vez...

N/a
El siguiente capítulo será narrado por Jacob, sobre sus pensamientos de lo qué pasó en este capítulo y así, espero que les haya gustado❤️

In my blood. /J.S/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora