- Jacob -
Diablos, ahora entiendo el no te separes de tus compañeros. O en este caso, no te adentres en el bosque.
Ya no tenía idea de como regresar, tenía demasiado frío, hambre... Me siento en una roca y sin más término el regalo para Isabella.
Camine por horas, tratando de regresar pero como si fuera una película solo caminaba en círculos.
Solo rogaba por que se dieran cuenta que no estaba.
Isabella.
Era tarde así que regrese a la cabaña, pero Jacob no estaba y eso me preocupaba.
Era de madrugada así que me puse mi chaqueta y tomé una linterna, Jacob no se fue a ningún otro lado pues no tiene amigos. Al menos no para pasar la noche en su cabaña.
— Ay dios...— suspiro y entro al bosque comenzando a buscarlo, había pisadas.
Tal vez ni eran de Jacob, o tal vez ni eran pisadas pero yo las seguí mientras lo llamaba. Estaba enojada y decepcionada pero no dejaría que muriera en la noche.
— ¡Jacob! ¡Jacob!— sentía mi barbilla temblar, tenía mucho frío pero sabía que Jacob estaba aquí.
— ¡Isa!— al escuchar eso comencé a correr hasta a donde yo creía que era el sonido, pero tropecé como la tonta que soy.
— ¡Mierda!— me quejo y algunas lagrimas comienzan a salir, las cuales limpio pues me molestaban.
— Isa...— dice Jacob y pasa una mano por mi espalda y otra por mi mejilla.— ¿Que te duele?
— Solo el tobillo, pero un poco de hielo ayudará. Ayúdame a levantarme.— el lo hace sin ningún problema, lo miro y sin pensarlo dos veces y olvidando todo lo demás, lo abrazo.
Comienzo a acariciar su cabello, en verdad me había preocupado por este tonto.
— No te vayas así, me preocupe... demasiado.
— Es que quería hacerte esto...— me entrega una cosa con florecitas.— Perdóname, es que no supe cómo volver...
— Tranquilo ya pasó, gracias... ahora vamos.
Me ayudo de él y comenzamos a caminar a la cabaña. Llegamos después de treinta minutos y me acuesto exhausta, mis pies dolían mucho más el dolor de mi tobillo.
Jacob llegó con una bolsa de hielo y la puso sobre mi tobillo pasa después ir a su cama.
— Descansa, mañana nos vamos.
Me acomodo y cierro mis ojos, quedándome dormida al instante.
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— Adiós Jacob.— murmuro y me alejo caminando a casa, daba gracias a dios que mi tobillo no dolía de más.
Estaba algo nerviosa, no había avisado que iría de campamento así que no me esperaba nada bueno en casa.
Llegue y lo primero que vi fue a Josh, tenia una cerveza en su mano y al escuchar la puerta cerrarse me mira negando.
— ¡Hasta que llegas infeliz!— grita poniéndose de pie haciéndome temblar.
— ¿Donde estuviste, Isabella?— pregunta mamá entrando en mi campo de visión.
— E-en el campamento de la escuela...— susurro.
— ¡Tienes que pedir permiso! ¡Estas bajo mi techo y no harás lo que se te de la puta gana!— grita Josh y tira la botella contra la puerta detrás de mi, si yo no me hacía a un lado esta me hubiera matado.
— ¡Josh déjala!— grita mamá y me sorprendo al darme cuenta que esta me defendía.
— ¡Cállate estupida!— la agarra fuerte del brazo y elevo su mano haciendo el afán de golpearla.
— ¡El niño! ¡Recuerda a el niño!— dice tocando su vientre y este se aleja, me mira elevando una ceja.
— Bueno, me desquitaré con ella entonces.
Creo que no hace falta decir qué pasó después...
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Agarre un poco de alcohol pasándola por mi labio, ardía pero no quería que se infectara más.
Me dolía horrible, Josh me pateo, estrelló contra la pared, me tiro al suelo haciendo que me llenara de cerveza... que algunos vidrios incluso se encajaran.
Nose porque me quejaba del campamento, si era mucho mejor que mi casa.
— Solo quiero morir...— susurro frente al espejo.
Mi cabello se veía horrible, agarre unas tijeras y comencé a cortarlo. Hasta dejarlo debajo de mis hombros. Sollozo y me tiro al suelo para seguir llorando.
— Hija... lo siento...— dice mamá entrando a la habitación.
— Vete mamá, vete... no quiero hablar contigo.— digo negando y ella me ve mal, nose en que momento pero esta me dio una bofetada haciendo sangrar mi labio de nuevo.
— ¡Perdón! pero... no me hables así soy tu madre.
— Una madre no dejaría que golpearan a su hija así.
Síganme para mas.💗
