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Habían pasado semanas desde lo del beso, Jacob iba a mi trabajo en las tardes a "pedir" pizza pero en realidad sólo iba a verme.

No podía negar que me sentía feliz de vez en cuando, no nos hemos vuelto a besar por si se lo preguntan.

Jacob, como dijo, a estado llevándome al doctor y nutriólogo.

Se que parecerá interés, pero sólo quiero que Jacob esté feliz y contento.

— Hey...— dice James llegando a mi lado — ¿Que ha pasado contigo?— pregunta.

— ¿De que?— lo miro cerrando mi casillero.

— Estas algo pérdida, ¿Jacob otra vez?

— ¿Y cuando ha dejado de serlo?— murmuro y el ríe.

— Siempre lo supe...— dice emocionado, pero un carraspeo nos saca del tema.

— Hola Jenna...— sonríe Jacob tiernamente y mira a James algo enojado.

— Ou, tranquilo tigre...— agarro su brazo — Nos vemos James...

Agarre el brazo de Jacob para caminar lejos de ahí.

— ¿Que hacías con el?— pregunta deteniéndome.

— Es algo así como... pues nose que es, también me estuvo ayudando con comida la semana de la enfermería...— me sonrojo al recordar el beso.

— Ah, cuando te bese...— sonríe victorioso.

— Tu mayor logro en la vida...— le digo y el me mira.

— ¿Porque no ríes? sonríe Bella.

— Noup, tengo que ir a clases nos vemos — le digo comenzando a caminar.

— ¡Oh vamos!... ¡Isabella!— grita por el pasillo y lo miro. — ¡Te quiero!

Me sonrojo y algo que no hacía en mucho tiempo sucedió... sonreí.

— ¡Yo también!— digo y sigo caminando al salón de clases sonrojada de que todos hayan escuchado eso.

Esperen... ¡Dije que también lo quería!

¿Que rayos me pasó?

Sacudí mi cabeza para ya no pensar en eso y entré a clases. Me senté sacando mi cuaderno y comencé a esperar al profesor.

— Hola Bella, ¿Que tal va todo exprimiendo a Jacob?— dice Millie cínicamente.

— Déjame en paz pelona.

— Oh vamos, sabemos que estás con el solo para que te pague el doctor, ropa, todo...

Desvíe mi mirada para no ponerle atención, le prometí a Jacob no meterme en problemas con ella.

— Siempre tan lindo el, haciendo todo por lastima... Porque vamos, ¿Porque estaría contigo? Una simple pobre, problemática con problemas alimenticios por qué su vida es una mierda. Y por supuesto, su madre una puta amigos... — mira a la clase — Ni si quiera sabe quien es el papá de Isabella, por eso no tiene.

— ¡Brown!— exclama el profesor, pero era tarde ya me había lastimado.

Sentí una lagrima resbalar por mi mejilla y la limpié rápidamente, era verdad... Jacob hace todo lo que hace, por lastima.

Millie fue enviada a la dirección y la clase comenzó, sin embargo ya no tenía ni un mínimo interés en ella.

.

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— Bella, ¿Todo bien? estas rara...— murmura Jacob acariciando mi mano.

— Jacob, lo qué haces por mi... ¿Lo haces por lastima?— lo miro con algo de miedo a su respuesta.

— No, lo hago porque me importas y quiero que estes bien — sonríe besando mi mejilla, lo que me hace sentir mejor.

— Está bien, comamos — murmuro agarrando mi yogurt y comenzando a comerlo.

— Sabes, en unas semanas... habrá una tonta cena de negocios en mi casa ¿Quisieras ir conmigo?

Lo miro y muerdo mi labio, eso es demasiado, conocer a su familia... a los amigos de sus padres, socios, todo de lo que él se rodea.

— Jacob, no encajaría... es decir, mírame... tus padres me desaprobaran.— susurro.

— Ellos solo quieren mi felicidad, y si tú lo eres estarán de acuerdo... por favor...

— Lo voy a pensar... — murmuro.

— Ah, hablando sobre mis padres quieren que te invite a comer a casa. — dice de lo más normal.

— Quiero vomitar— murmuro nerviosa y el ríe.

— Tranquila, estarás bien, ellos te querrán tanto como yo.

Asentí y dejé de comer.

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— No, hoy no vayas... siempre estás ahí te gastas el dinero en pizzas.— río

— Bueno yo decido en qué gastarlo.

Niego y estaba por reír pero decido no hacerlo.

— Nos vemos — le digo.

— Sonríe... ándale...— me mira y yo sonrió sin mostrar mis dientes.

— Confórmate con eso.

— Claro que si...— sonríe y besa mi frente, después de eso comienzo a caminar a casa.

Suspiro al llegar y entro.

— ¿Porque tardaste tanto en llegar? Tienes días llegando muy tarde — dice Josh dejando su cerveza en la mesa.

— En algunas clases no nos dejan salir a la hora — digo bajando la mirada, el se levanta yendo a mi lado y me olfatea como el perro que es.

— Hueles a perfume de niño rico...

— Nose de que hablas, tal vez estás ebrio.

Su mano fue a mi cuello apretándolo un poco.

— ¡Josh!— dice mamá sorprendida saliendo de la cocina, el me suelta.

— Tu hija anda de puta, está siguiendo tus pasos— murmura tratando de evitar el tema de que hace unos segundos estaba tratando de ahorcarme.

— Bueno, es su vida— dice mirándome y yo corro a mi cuarto, me encierro y suelto un pequeño sollozo.

Me calmé y agarre mi uniforme, del trabajo.

Lo agarro y me lo pongo, recojo mi cabello y la puerta de mi cuarto se abre dejándome ver a mamá.

— Isabella, quiero hablar contigo...— dice ella y se sienta en mi cama.

— Llegaré tarde al trabajo.

— No, siéntate.

Suspiro y eso hago.

— Si estás con un chico, cuídate por favor... no quiero que cometas los mismos errores que yo, de los cuales me arrepiento tanto...

— Ja, ósea que te arrepientes de mi.

— Me arrepiento de la vida que te doy, ¿No te das cuenta?... no mereces esto...

— Creo que quedó muy claro, nos vemos mamá.

In my blood. /J.S/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora