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Jacob.

Quisiera contar cada una de sus pecas ahora mismo, no es posible pues solo tenemos la luz de una vela.

Debido a la lluvia todo el campamento está sin energía, o eso creo. Así que encontramos unas velas pero con el aire que corre solo queda una viva.

Se ve tan tranquila dormida, por primera vez se le ve en paz. Con sus facciones relajadas, quisiera saber qué es lo que le hace daño. Estar tan cerca de ella me hace querer besarla, lo haría... pero igual me haría pipí. Jamás he besado a una chica. Mucho menos dormido con una... menos con una niña tan linda.

Bueno, antes dormía con Caroline. Pero es mi hermana no cuenta como chica. Con todo el miedo del mundo llevo mi mano a su mejilla, acariciandola delicadamente. Como si esta se fuera a romper.

Bésala Jacob.

Era posible que en la mañana todo se acabara, ella volviera a ser la misma chica fría y distante que me aleja.

Siento como tiembla y la acerco más a mi, tan indefensa.

¿Cómo un ser tan hermoso puede ser real?

Cielos, soy demasiado cursi...

—Me gustas demasiado... ¿Será que me enamore?—pregunto a mi mismo, me acerco y beso su suave mejilla.

No quería besarla estando dormida, pensaría que me aproveche. Además si daré mi primer beso con ella quisiera que esté despierta y así poder vivir el momento los dos.

Suspiro y cierro mis ojos, quedando profundamente dormido.

.

.

Jenna.

Al despertar, me di cuenta que ya había sol. Genial.

De igual manera estábamos castigados y tendríamos que quedarnos. Miro a Jacob a mi lado y hago una mueca recordando lo que dijo anoche. No estaba del todo dormida, mientras él me veía a mi. Yo lo veía a él.

Pero, soy destrucción. No quiero destruir más su corazón, soy pura amargura y él dulzura... dos cosas muy diferentes.

Me levanto con pereza y voy a mi maleta, tenia que ir a ducharme antes de que estas se llenaran y bañarme en el lago no es opción.

Comencé a rebuscar, todo estaba roto. O lleno de lodo.

—¡Hijas de perra!—digo enojada.

—¿Q-que..? ¿Que pasa?—pregunta con su voz ronca y cabello despeinado.

—Me dejaron sin ropa... está llena de lodo y rota...—mis ojos se llenan de lagrimas.

No entiendo que hice, no hice nada para que me trataran así. Me duele horrible. Hay algunas personas que les va mal en casa pero tienen apoyo en la escuela. Yo no tengo ninguna de esas.

—Oh dios...—dice al estar a mi lado—Puedes usar algo mío...

Lo miro y asentí, no me quedaba de otra. Suspiro y dejo la maleta de lado.

—Me vengare—murmuro mordiendo mi labio mientras miro a Jacob sacar cosas de su maleta.

—La venganza es mala... no lo hagas.

—Y tu, eres demasiado bueno—murmuro revolviendo su cabello—, okay... olvida eso.

¿Demostré afecto?

—Toma...—dice pasándome un pantalón de pants y una sudadera, hoodie, como le quieran llamar.

Lo bueno que no le había pasado nada a mi ropa interior. La agarre y la envolví en la ropa.

—¿Que haré los otros dos días?—me pregunto a mi misma.

—Llama a tu mamá, que te traiga más...

Como si eso fuera posible, de seguro no se ha dado cuenta que no estoy en casa.

—No es una opción... mi madre siempre está viajando.—viajando en el mundo del alcohol y tal vez droga.

—Yo me encargaré... sólo ve a bañarte—sonríe tierno y yo salgo de ahí sin preguntar más.

Fui a las duchas y entré a bañarme, la verdad creo que no podría hacerle nada a esas chicas. Soy demasiado cobarde, además de que querrían seguir con las bromas y no tengo tiempo para eso.

Me puse las cosas de Jacob al salir, parezco vagabunda. Pero me quitaría el frío, huele bien así que tiene sus ventajas. Llegue a la cabaña y sobre mi cama habían demasiadas bolsas con ropa, algunas demasiado caras y lo supe al ver los logos de las bolsas.

—Exageraste, ¿Porque tanto?—pregunto negando y él me sonríe orgulloso.

—Quise hacer algo lindo por ti... eso hacen los chicos cuando quieren conquistar a una chica.

—Con unos cambios de los que sean eran suficientes... no voy a aceptarlo—niego y él hace lo mismo.

—Ya gaste, ya quédatelo por favor...

Sabía que no le ganaría a este, así que solo lo deje así. Desenrede mi cabello y me recosté. No tendríamos nada que hacer en todo el día por el maldito castigo.

Agarro las cosas y las pongo en el suelo con cuidado, en realidad Jacob había exagerado demasiado.

Me recosté y lo miro hacer sus cosas, en realidad estaba demasiado aburrida. No había nada más que hacer, quisiera volver a casa.

Estaba por quedarme dormida cuando escucho unos golpes en la puerta, eran leves pero constantes. Me levanto rápido y abro, aunque desearía no haberlo hecho.

—Hola linda...—sonríe William.

William, chico problema.

Con eso me refiero, a que corre en carreras ilegales, vende drogas y distribuye, planes fiestas cada fin de semana y más cosas.

Sin olvidar... que trato de violarme.

In my blood. /J.S/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora