El Hermano de mi Novia

Cap. 07 | Problemas en el paraiso

-KAI-

Hana y yo nos hemos peleado mucho en los últimos días, eso, porque sus padres se negaron a darnos su aprobación para la boda y, sinceramente, me alegro de que lo hayan hecho. Ahora, me he estado viendo con Aoi muy seguido y, en cierta forma, me hace sentir sucio. Nunca en mi vida había mantenido dos relaciones al mismo tiempo, eso me hace sentir que soy una mala persona. Se supone que estoy enamorado de Hana y por eso quiero casarme con ella, pero Aoi me vuelve loco con sólo hacer contacto visual.

Como todos los días, trato de arreglar las cosas con Hana, pero siempre terminan empeorando. Ahora, voy camino a su casa y espero que Aoi no esté o terminaré distrayéndome con él. Llego y voy a la sala. El mayordomo me recibe y le informa a Hana de mi llegada, sólo espero que esté de humor para poder hablar. Ella aparece frente a mí y me mira muy seriamente.

-¿Podemos hablar?- le pregunto.

-Ok.- me dice relajándose. -Ya me cansé de pelear contigo.- sonaba algo arrepentida.

-Yo también. Por eso, quiero que hablemos, Hana.- me acerco a ella y trato de abrazarla, pero no me lo permite. Es evidente que aun sigue enojada. -Ok... ¿puedo saber por qué estás tan enojada conmigo?-

-Porque tú no me apoyas.- ya empezó a levantar la voz. -Mis papás se opusieron a que nos casáramos y tú simplemente lo aceptaste. No peleaste por eso.-

-No iba a pelear con tus padres, Hana. Eso lo hubiese empeorado.- le hablé con el mismo tono que ella a mí.

-O, tal vez, hubiesen visto que, por estar conmigo y me amas, harías lo que fuese sin importar que ellos no estuvieran de acuerdo.-

-Esa es una fantasía, Hana.- ya me estaba molestando. -No entiendo por qué eso te molesta tanto. No es que nunca vayamos a casarnos.-

-Sí, pero yo quiero que seas mi esposo ya.- después de eso, le di la espalda, pues, ya no pienso seguir discutiendo por esto con ella, sino, nuestra pelea será eterna.

Pasó un momento y ella ya se veía más calmada, pero eso no le quita que está molesta. Está sentada en el sofá frente a mí, mirándome con ganas de golpearme.

-Te siento muy distante de mí.- me dice en voz baja.

-Bueno, es porque siempre que quiero acercarme, terminamos peleando.- le respondo de la misma forma.

-Siento que no me necesitas para nada.- eso me confundió un poco y ella lo notó. -Siento que no me extrañas.-

-¿De qué hablas?- le pregunto, pues, aún no entiendo que quiere decirme.

-¿Cuándo fue la última vez que me tocaste?- eso me tomó por sorpresa.

-¿Cómo voy a tocarte si cada vez que nos vemos peleamos?-

-Lo sé.- me dice estando de acuerdo. -Pero, ¿eso no te afecta? Como hombre, como ser humano con necesidades... ¿eso no te hace falta?-

-¿Crees que te estoy engañando?- traté de sonar lo más normal posible. Le hice esa pregunta para despistarla, pues, ciertamente, no sé como responderle. Tengo encuentros en secreto con su hermano, pero como no puedo decirle eso, tengo que encontrar la respuesta adecuada para eso.

-Bueno, no te veo tan desesperado o necesitado.- eso me hizo reír un poco. -¿No me engañas, verdad?- 

-¿Crees que yo haría algo así?- ella lo piensa por un segundo y, luego, niega con la cabeza.