『Híbridos』➼BTS

【8】

Sin darse cuenta, Jungkook recostó su cabeza en el hombro de Taehyung, sintiendo como poco a poco el sueño se iba apoderando de él.

Como ya estaban tomando por costumbre, después de comer, ambos se recostaban en el sofá viendo películas o cualquier cosa que hicieran en la televisión.

—¿Tienes sueño, Kookie? 

El menor conocía esa faceta de él. Siempre que utilizaba aquel tono de voz y le llamaba por el apodo que le había puesto, significaba que Tae estaba cariñoso. 

Jungkook abrió los ojos al escuchar la voz de Taehyung, percatándose en ese instante de la cercanía que había entre ambos.

Se separó de él, asustado, sintiendo como su cuerpo comenzaba a temblar.

—L-lo siento —murmuró mirando hacia el suelo, después de ver la expresión triste que ponía Taehyung.

—Oye... No te preocupes —respondió éste tratando de sonreír.

Y en realidad no estaba enfadado, en absoluto. El castaño sabía lo mal que Jungkook había sido tratado cuando estuvo en "la jaula" –como así lo llamaba el menor–.

Sabía que debía ser cuidadoso con sus movimientos, pues al contrario le aterrorizaban cosas como salir solo a la calle. Kook estaba bien cuando se encontraba con alguno de sus amigos, pero alguna vez tenía un pequeño ataque de pánico si estaba muy cerca de uno de ellos, como acababa de suceder.

El de cabello negro respiró profundamente, recuperándose, y se volvió a acercar un poco a Taehyung.

—Sí, tengo sueño... —musitó a la pregunta que le había hecho anteriormente, curvando las comisuras de su labios y esbozando una débil sonrisa.

El mayor le devolvió la sonrisa y lentamente se levantó del sofá, dejándole más espacio para acomodarse. Repentinamente, un escalofrío recorrió todo el cuerpo del menor; ahora que Taehyung se había separado de su lado, se había sentido tan vacío.

El castaño observó durante un instante al contrario y, como si le hubiese leído el pensamiento, fue a coger una manta para, segundos más tarde, colocarla cuidadosamente sobre el híbrido.

Jungkook sonrió en modo de agradecimiento, algo avergonzado.

—Por cierto —habló Taehyung unos segundos más tarde—. Hoy organizan una fiesta los compañeros de mi universidad y voy a estar fuera toda la tarde. Supongo que volveré a casa después de la hora de cenar.

—¿Irán también los demás? —preguntó el híbrido, acurrucándose en el sofá y agarrando con fuerza la manta que le había dado Taehyung.

—Síp, vendrán Nam, Hobi y Yoongi —respondió el mayor, recordando lo que ellos cuatro habían acordado—. Ah, sí, lo olvidaba... Hemos pensado que para que no os quedarais solos tanto tiempo, estaría bien que Jin y Jimin vinieran aquí, ¿te parece?

Taehyung le dedicó una de sus características sonrisas cuadradas y se acercó a él para revolver su cabello cariñosamente, siempre teniendo en cuenta no asustar al menor.

—¡Claro! —respondió Jungkook más animado.

Taehyung sintió verdadera felicidad cuando vio brillar levemente los ojos de Jungkook.

—Iré a ducharme y prepararme. En seguida vendrán nuestros amigos —avisó el de pelo castaño y, cuando Kook asintió, se fue para dirigirse al cuarto de baño.

Cuando Tae terminó, escuchó el timbre de casa sonar y salió a abrir la puerta.

—¡Hola TaeTae~! —saludó Jimin sonriendo, haciendo que sus ojos se convirtieran en dos finas líneas.