-Es que no me gusta ser hipócrita, Mark.- se quejó Jinyoung pues no quería ser amable todo el tiempo.
-No se trata de ser hipócrita, Jinyoung, muestra empatía es lo que pido, no todos son unos amargados como tú.
Jinyoung se dió la vuelta y acorraló a Mark entre su cuerpo y el mostrador quedando a centímetros de su rostro. -¿Amargado?
Una vez más el rubio se ponía nervioso ante los acercamientos de Jinyoung.
-Mesa tres.- llamó Yugyeom, ignorando la situación que ya había visto más de una vez.
Jinyoung rodó los ojos y se separó de Mark. -Voy yo.- sonrió mostrándole a Mark que fingía muy bien.
Mark suspiró sacando el aliento guardado.
-Ese chico...- Yugyeom suspiró. -te quiere, Mark.
-Él es... no sé,- Mark negó. -Yugyeom, nadie más aparte de ti sabe que soy gay y él parece como si lo oliera o... no sé.
-Mark, eres demasiado obvio, lo siento pero es así.
-Capuchino de vainilla, mesa tres.- llegó Jinyoung.
-Tres meses aquí y aún no aprendes de Mark.- le dijo Yugyeom sirviendo de la maquina el capuchino.
-¿Qué tengo que aprender? Mark es amable y lindo por naturaleza, yo... simplemente no puedo ser así.- Jinyoung dejó la bandeja sobre el mostrador. -Es cansado fingir todo el tiempo que quiero sonreír, que todos me agradan...
-Sobretodo porque a ti solo te agradan cuatro personas.- se burló Yugyeom.
-Dos personas.- corrigió apuntando con su índice a las personas que tenía cerca.
[...]
-Me agradan los jueves, son mucho más tranquilos que otros días.- dijo Jinyoung doblando su delantal para guardarlo en el locker.
-Me gusta cuando hay gente.- sonrió Mark.
-Claro, no me sorprende viniendo de ti.- el rubio inclinó la cabeza sonriendo. -Mark...- este lo miró. -¿tú eres gay?
Sus ojos se abrieron, entreabrió sus labios para dar la respuesta sincera más sin embargo lo negó.
-No, Jinyoung. Podré ser amanerado, pero no soy gay.
El pelinegro soltó una pequeña risa, increíble que negara algo que era muy obvio, quizá le pudo haber creído en un pasado, pero ahora que conocía los nervios que ponía en él al acercársele, no le creía una mierda.
Jinyoung caminó a donde Mark, quedando a sentimientos delante de él, miró directamente sus ojos y luego su vista se desvío a sus labios, todo el tiempo húmedos gracias a la manía de Mark por lamerlos.
-Dime por qué no te creo.
-No es mi problema.- la voz de Mark era un tanto tensa.
-¿Por qué te pones nervioso?
-No lo estoy.
-¿No?- Jinyoung le tomó de la cintura y juntó sus cuerpos provocando un pequeño gemido de parte de Mark. Sin previo aviso el pelinegro juntó sus labios fundiéndolos en un beso, al principio uno lento y al pasar los segundos aquel beso se ponía mejor, más caliente y movido. Las manos de Jinyoung acariciaban el cuerpo de Mark mientras que las manos de este sólo se posaban en el cuello y cabello de la nuca del morocho.
Ambos se separaron con respiraciones pesadas, sin embargo sus cuerpos aún estaban juntos y las manos de Jinyoung se encontraban sobre las caderas de Mark.
