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—Yo de verdad te quiero, y sólo necesito que estés conmigo y veas mi cambio, mis intensiones son sinceras.

Mark sonrió al recordar aquella confesión de Jinyoung, le había confirmado que de verdad lo quería y que quería estar con él.

Se recostó en su nueva cama, en aquél departamento ya amueblado, se sentía feliz el no haber cenado con la familia de su tía, sino que tuvo una agradable conversación conociendo a la nueva persona con la cual iba a convivir, y además, recordaba los momentos que el pelinegro y él estuvieron juntos luego de aquella declaración, se besaron y él aceptó que Jinyoung entrara a su vida, y que lo amase como el pelinegro le prometió.

[…]

—Hoy...— Jinyoung besó los labios fugazmente de Mark y luego sonrieron. —cumplimos...— volvió a besarlo. —un mes de novios. —y volvió a besarlo.

Estában en el cuarto de empleados, bajo la cámara para que no les alcanraza a grabar. Mark estaba recargado en la pared y Jinyoung se encargaba de mandenerlo más apretado a su cuerpo mientras el rubio le pasaba sus brazos por el cuello entrelazando sus dedos en el cabello negro de contrario.

—Te quiero, Jinyoung.— le sonrió con ternura Mark.

—Yo más... ¿cuándo podremos estar juntos? te quiero y quiero hacerlo contigo.

—El amor no sólo se representa en sexo, Park.

—Estás molesto.

—No, sólo no soporto que pienses en eso siempre.

Mark separó a Jinyoung de él y le miró una última vez antes de salir de ese pequeño cuarto.

Está siendo difícil – pensó Jinyoung y minutos después también salió a su trabajo.

Al terminar el día y Mark cerrar la puerta del apartamento Peniel salió corriendo por el pasillo para encontrarse con el rubio mostrándole una gran sonrisa.

—¿Qué pasó?— sonrió confuso Mark.

—Había olvidado decirte que hoy preparé una fiesta...

—Peniel...

—Sí, lo sé, los vecinos nos lo han prohibido, pero esto será como una sana convivencia.— asintió sonriente el chico sin cabello.

—Bien, estaré en mi habitación.

—¿No saldrás? viene Jin.

—Sé que tomará y sabes que no me gusta verlo ebrio, así que llámame cuando terminé todo para llevarlo a su casa, por favor.

—Entendido.— volvió a asentir el chico.

Mark se fue directo al cuarto de baño de su habitación, se dio una ducha rápida y se recostó para leer un libro antes de quedarse dormido y cuando comenzó a escuchar la música subir de poco a poco, cerró su libro, colocó sus audífonos y puso música al máximo volumen para no oír el fondo de la fiesta.

Al abrir los ojos miró su reloj, eran casi las tres de la mañana, ya no tenía un audífono puesto y podía escuchar el fuerte sonido de la música. Se paró de su cama y se puso sus pantuflas, no podía dejar que la policía se parara una vez más fuera de su apartamento por el mismo problema.
Salió de la habitación y recorrió el pasillo el cual se encontraba ocupado por varias personas y parejas, unos platicando ya ebrios y otros besándose y al llegar a la sala buscó a Peniel con la mirada pero al que encontró fue a Jinyoung junto al chico rubio que aquella vez fue a la cafetería y pidió sus servicios, ese no era el problema, el problema era que Jinyoung mantenía su mano sobre el muslo interno del rubio, muy cerca de su entrepierna y el rubio tenía bien sujeto a Jinyoung de su cabello, tal como él mismo lo hacía... ellos dos se estaban besando.

❁he's gone.  ▸m,j.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora