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Yugyeom miraba al pelinegro desde detrás de la caja, sonreía y atendía a la gente demostrando amabilidad y respeto. ¿Cómo podía él llamarse alguien malo? no es una mala persona, sólo necesita que alguien le ame para él poder sentirse bien, querido y completo, Mark era esa persona y sin duda les ayudaría a estar juntos.

Recordaba cuando tenía encima el problema de su colegiatura pues había gastado el dinero en pagar la renta del apartamento donde vive con su madre ya que a ella la despidieron por corte de personal, nadie más estuvo para ayudarle y Mark no era opción, así que omitió pedirle ayuda a su amigo pues sabía bien tenía sus propios problemas, y oh vaya sorpresa, Jinyoung fue el único que estuvo allí, sin preguntar el por qué, sin más le sonrió y le firmó el cheque con cierta cantidad. Jinyoung realmente era una persona noble y humilde para los ojos de Yugyeom, alguien que merece más de lo que da, pues el platino sabe de la gran mayoría de obras de caridad que ha impartido Jinyoung; hospitales, orfanatos, refugios de animales, escuelas y más.

—Lo has observado casi toda la tarde, ¿qué pasa?— preguntó Mark, haciendo despertar al chico de sus pensamientos.

—¿Celoso?

—Quizá.— contestó cortante encogiéndose de hombros.

—¡Mierda, Mark! Arreglen lo que pasó, no te cuesta nada.

—¿Qué? Él me engañó, varias veces, además... yo ya me acosté con Jaebeom y el volver con Jin así nada más dejando de lado lo que hice es... desagradable.

—Complicas las cosas...

La campanilla de la cafetería se escuchó provocando que ambos chicos voltearan a la puerta, de esta entró un chico bajo de estatura, con cabello café, llevaba suéter negro con un corazón grande en el centro, jeans negros, lentes y sombrero. Al instante Mark lo reconoció; Youngjae.

—Hola, vengo bus... ¿Mark?— el rubio estaba en shock sin poder creérselo, su mejor amigo había vuelto, sin verlo hace tanto tiempo estaba de nuevo frente a él. —¡Mark!

—No... ¿Youngjae?— y luego de salir de su transe se arrojó a los brazos de Youngjae abrazándose con fuerza y aunque suene exagerado, quería llorar, el mantener conversaciones con su mejor amigo por medio de mensajes le era completamente insignificante, lo quería a él cerca. —Creí que no volverías, pensé que ya no te vería mas nunca.

—¿Qué es ese pesimismo? ¡Dios! No has cambiado mucho desde la última vez que te vi. ¿Cómo has estado?

—Bien, me mudé... oh...— Mark recordó que precisamente se había quedado sin hogar, no pretendía volver con Peniel ni su tía, tampoco se quedaría una noche más en casa de JB, que, aunque no se arrepintiera de lo sucedido le causaba cierta vergüenza el estar abusando de él. —no vivo más con mi tía y...

—Lo sé, con ella fue la primera que vi para contactarte, me dijo que te mudaste con un tal Peniel, así que le pedí la dirección y ese chico me dijo que no estabas pero que podía encontrarte aquí y... Dios, me hiciste dar tantas vueltas.— soltó una típica carcajada suya.

—¿Por qué no me llamaste directamente?

—Ya sabes, ¡sorpresa!— dijo emocionado dando un pequeño brinco.

Del otro lado del plano, a Jinyoung le había tocado llevar el café a Jackson, ambos estaban con los brazos cruzados viendo la escena desagradable para sus ojos, con el ceño levemente fruncido fingieron aclararse la garganta atrayendo la atención de los dos chicos que volvían a verse.

—Jack... lo siento— se disculpó Mark sonriendo—, él es mi mejor amigo.

—Hola— Youngjae saludó sacudiendo la mano.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2018 ⏰

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