Capitulo XI

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Fue una experiencia inolvidable la que viví esa noche, mi miedo se transformó en intriga y la intriga en tristeza, era muy difícil de creer lo que me estaba contando, mi corazón quería salir corriendo de mi pecho con solo imaginar todas las desgracias que paso y cometió, lo que me había contado me afecto por completo, pero él se veía tranquilo, sonriendo, ¿no le dolía recordar todo eso?

—Pasaste por mucho —comente.

—Solo fueron... malas experiencias Violet —respondió. Apartando la mirada.

Por primera vez me sentí furiosa con él, si todo lo que me dijo era verdad lo considere de inmediato como el peor ser que existe en el mundo, y en ese momento, no pensaba quedarme callada.

— ¡¿Cómo puedes sonreír?! —Grite. Levantándome del suelo con los ojos llorosos —, ¡después de haber pasado por todo eso, te das el lujo de sonreír así, luego de haber lastimado a todos tus seres queridos!

Al darme cuenta de lo que dije tape con ambas manos mi boca y me aleje varios pasos de él, se levantó lentamente mientras se daba la vuelta para mirarme, aún tenía esa aborrecible mirada junto con su asquerosa y perturbadora sonrisa.

—En verdad lo lamento —empecé a retroceder lentamente a la salida —, no quise a decir eso Ragga lo lamento.

Moviéndose rápidamente por la oscuridad, me obstruyo el paso, tapando la salida con su cuerpo.

—Querida Violet, no porque veas una sonrisa significa que la gente está feliz.

— ¿Entonces... que es lo que en verdad piensa? —pregunte tartamudeando.

—Estoy hundido en la tristeza Violet, tanto que me estoy ahogando, estos últimos años he tenido pegada esta indeseable sonrisa en mi rostro y nunca se borrara —contesto.

No podía creer sus palabras mientras mirara su cara, hasta que de sus ojos brotaron lágrimas, lágrimas de color rojo, me asuste aún más cuando lo note y aparte de vista de él.

— ¿Ahora que te sucede? —pregunte asqueada.

—No lo sé, esto no había pasado en años, no después del accidente —contesto.

Ya no sabía qué hacer, mi cabeza se había vuelto un lió en ese momento, quería escapar pero algo dentro de mi quería saber más sobre Ragga.

—Está bien... quiero hacer otro trato —decidida, lo mire a los ojos —, escuchare hasta lo último que tengas que decirme, pero me dejaras ir después de eso.

—Eso será un problema pequeña Violet, pero con gusto seguiré contándote sobre mi desgracia.

La escuela se envolvió en pánico, la gente corría y gritaba por todo el lugar mientras huían de la horrorosa y espeluznante criatura.

Las sirenas de la policía se escucharon a las afueras de la escuela, rodearon toda el área con más de veinte patrullas y todos los policías entraron armados a la institución en busca de Ragga.

El cual estaba atónito ante la situación, solo se quedó mirando a Lisa aferrándose a su madre, llorando lo más fuerte que podía, consciente de lo que había hecho, él trato de acercarse a ella, cuando de pronto una herramienta lo golpeo en la cabeza.

El padre de Lisa envuelto en lágrimas y furia comenzó a lanzar objetos a la cabeza de Ragga.

— ¡Maldita bestia que has hecho! —Grito enfurecido —, ¡lárgate de aquí escoria!

— ¡Ya basta! —respondió Ragga. Abanicando con su brazo el aire.

Otra de las espinas se desprendió de su brazo con dirección al hombre, este logro esquivarlo por poco arrojándose al suelo, pero recibiendo un rose mortal por su brazo derecho, abriendo una gigantesca herida.

RaggaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora