Capítulo 3: Verdaderos colores

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Y que se hizo un nuevo capítulo :D Ustedes creerán que es relleno, pero nada de eso, todo es importante y lo verán más adelante ;B ¡Gócenlo y no olviden comentar!


El día iba normal y aburrido. Sólo habían asistido a una clase y ya estaban agotados.

Para reponerse antes de seguir la jornada, los cuatro podridos se sentaron en el borde de las escaleras de piedra que daban a la entrada principal de la institución.

-La historia de la fundación de Auradon es mucho más aburrida de lo que creí-farfullo Carlos, apoyado en el hombro de Jay con Chico en su regazo.

Por su parte, Jay estaba tan ensimismado en todos los deberes que había acumulado que apenas emitía un quejido lastimero.

-El señor Deley me pidió asesorar a tres estudiantes para el fin de semana-dijo Evie al aire, suspirando pesadamente.

-Es tu castigo por ser una nerd-le dijo Mal con el brazo sobre sus ojos.

Parecía que Evie iba a rebatirle a su mejor amiga, pero la verdad es que tenía toda la razón. En vez de decirle algo, apoyo su cabeza sobre la de Mal con cansancio. La peli-morado lo permitió sin rechistar por la pesadez en su cuerpo, de no ser así quitaría a Evie con delicadeza por la posición que la hacía sentir bajita... Era bajita, pero no debían recordárselo de esa manera.

A la distancia escucharon el sonido de un potente motor acercándose. Apenas levantaron la vista para mirar. Por el horizonte del camino vieron una figura oscura acercarse a gran velocidad a ellos. Tres segundos después alguien derrapo habilidosamente en una motocicleta estilo chopper a escasos centímetros del primer escaño de la escalinata. El conductor estaba cubierto por un casco totalmente oscuro y una chamarra de cuero negra con cuello alto, remaches en los hombros y dos aberturas en rojo opaco desde la clavícula hasta los brazos a cada lado de la prenda.

-Que buen vehículo-dijo Jay acercándose a la máquina, muy despierto de repente.

-Gracias-. Esa voz les era conocida. Por supuesto que era Kiah quien removió la cabeza para peinarse cuando se quitó el casco.

-¿Crees que puedas prestármela?

-Seguro-. Hizo el ademan de tenderle la llave al joven de cabello largo-. Algún día que espero sea muy lejano.

La risa que siguió por parte de todos les sentó muy bien. El ánimo general se levantó con la presencia de Kiah. Eso, aunque había uno de ellos que no estaba muy feliz de ver a la leona.

Chico empezó a temblar en los brazos de Carlos sin quitarle la mirada a Kiah. Los pequeños quejidos se convirtieron en ladridos, y se removía con fuerza.

El joven intentaba calmar al animal, hablándole delicadamente y rascándole bajo el hocico.

La princesa dejo caer la cabeza a un lado mientras Chico la retaba con sus gruñidos.

-Ponlo en el suelo-pidió Kiah sin haberse bajado de la moto. Sonrió por la mirada preocupada que Carlos le daba-. Tranquilo, no lo voy a lastimar.

Carraspeo antes de dejar al perro al alcance de su compañera. No sabía si estaba más inquieto que Chico mordiera a Kiah o al revés.

El animal se resistió a ser levantado por la leona. Hacia el ademan de morderla pero la princesa siguió sosteniéndolo. Mal y Jay estaban de curiosos, por otro lado Evie y Carlos contenían el aire por lo repentinamente salvaje que se había vuelto Chico.

Ojos Dorados - Descendientes FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora