Capítulo 13: Más corazones rotos

1.8K 218 23
                                    

Porque ustedes lo pidieron, aquí nuevo capítulo B)

Me alegra mucho cuanto a crecido esta historia y los nuevos seguidores que ha tenido desde el ultimo capítulo. Muchas gracias por sus votos y comentarios, son lo que me inspira a seguir publicando nuevos capítulos n.n

Les dejo el nuevo capítulo, no olviden votar y comentar ;D


Con la noche y sus sombras de su parte, Evie, Jay, Carlos y Kiah partieron a la Isla. En el camino Kiah no podía mantenerse quieta, siempre cambiando de postura, mirando a todos lados, suspirando sonoramente cada pocos minutos. Evie iba en la parte trasera con ella, intentando apaciguarla, mientras Jay conducía y Carlos iba de copiloto.

-Siento que esto será un desastre-balbuceo Kiah, lamiéndose los labios y apretando con fuerza sus manos entre ellas.

-No la presiones y sólo se sincera con ella, totalmente sincera quiero decir-le dijo Evie, con un deje de sagacidad.

Evie tuvo el impulso de reír cuando su amiga la miro escépticamente, con la boca medio torcida y una ceja arriba.

-¿A qué te refieres?

El conjunto completo entre el gesto de Kiah, su voz ronca y lo tensa que estaba casi era gracioso para Evie, casi.

-Suficiente de hacerte la desentendida, sé que te gusta Mal.

Sin importar que tuviera el trasero pegado al amplio asiento, Kiah cayo con medio cuerpo en el espacio libre junto a ella cuando su pie resbalo intentando afianzarse mejor al vehículo en movimiento.

-Evie, estas confundida, yo no...

-Y Mal te quiere de la misma manera-. Comprendía la línea tan peligrosa y personal que acababa de traspasar, y si Mal se enteraba de que había abierto la boca la maldeciría para dormir 1000 años. Aceptaba un poco de atentado contra su vida con tal de ayudar a estas dos cabezas de alcornoque.

-... ¿Qué ella qué?...-. El rostro de Kiah se enrojeció al mismo nivel de las manzanas envenenadas en la historia de Blanca Nieves.

-Llegamos, chicas- aviso Jay lo suficientemente fuerte para ser escuchado a través de la ventana que lo separaba de la parte trasera.

Kiah bajo rápidamente del auto, huyendo de la sonrisa jocosa de su amiga. Evie no se atrevería a echarle en cara lo chistosa que Kiah se veía, aunque casi se reía de ella, casi.

Con unas lonas sucias que estaban arrumbadas en el lote baldío empezaron a cubrir el automóvil. Si lo dejaban a la vista se quedaría en el puro chasis en poco tiempo.

Probando suerte, Kiah intento transformarse. Quizá esperaba que al no ser magia como tal pudiera cambiar a su forma felina.

Los colmillos apenas crecieron un poco y su cola apareció, pero nada más.

-También hicieron la barrera mágica para contener a Scar como un simple humano- explico Evie, ilustrada del tema por la clase de Historia de Auradon.

Habiendo tapado la limosina lo mejor posible (y aun así era un pobre intento de ocultar un automóvil del largo de dos habitaciones) se escabulleron por callejones poco transitados hasta que no tuvieron otra opción que pasar por caminos transitados. Kiah bajaba mucho la mirada y mantenía los parpados entrecerrados. Sus ojos llamarían la atención de la gente incorrecta que conociera su ascendencia. Jay la cubría yendo frente a ella, y Carlos y Evie a sus costados. Lo menos que necesitaban era una cacería por la cabeza de Kiah, una legitima princesa ni más ni menos.

Llegaron sin contratiempos al escondite donde pasaban la mayor parte del tiempo de sus días en la Isla. Les traía buenos recuerdos de tiempos oscuros.

Ojos Dorados - Descendientes FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora