Liberando Sombras #2 (Saga Sombras, Grey)

Capítulo 28 || Predecida discusión

—Dime que no es cierto —pide Gail a Taylor.

—No tienen por qué preocuparse —Taylor le resta importancia. Toma la mano de su esposa entrelazando sus dedos, para luego llevarla a sus labios y dejar un beso en el dorso—. No serán más de unos pocos días, hasta que termine el proceso. Además, ya tenía conocimiento de esto cuando se lo solicité a Christian.

—Esto no puede estar pasando —murmura mi hija en un mar de sollozos y lágrimas igual a mi esposa que para mi sorpresa se mantiene en silencio, en un llanto silencioso.

—¡Joder! —Elliot se pone de pie. —¿No podemos hacer nada?

Papá niega volviendo al sofá junto a mamá.

—No. Si como dices lograron un acuerdo, lo más seguro es esperar respuestas por parte del juzgado municipal.

Mis ojos no abandonan los de mi hijo. El temor está plasmado en ellos. Su respiración es errática, e imagino a la velocidad que late su corazón. Los nervios lo tienen sumido en sus propios pensamientos, deduzco todos para nada alentadores.

—¿Qué ha pasado con ese hombre? —pregunta Max—. Si el verdadero Arthur está vivo, ¿quién murió?

—Otro de sus hermanos.

—¿Otro? —pregunta mamá sin comprender.

—Tres hermanos idénticos.

—¿Con quién conviví? —pregunta mi esposa repentinamente en su susurro tembloroso—. ¿Cuál de ellos me mantuvo engañada tantos años? ¿Cuál fingió ser el padre de mi hijo?

Suspiro profundamente.

—Alessandro Grimmes. —Tapa sus labios conmocionada. —No quiero mentirte, nena. Hablé con el verdadero Arthur. —Se sorprende. —Mi último viaje fue a eso. Te desconoce, a ambos. —Alterno la mirada con Damon. —Fue un poco difícil hacer que confesara la verdad, pero fue esclarecedor una vez lo hizo. —Omito decir el método que utilice. —Alessandro utilizó su identidad para todas las actividades ilegales que desarrolló en este y muchos países. Sus actos estuvieron siempre ligados a la familia Trump.

—¿Qué tiene que ver Ronald? —Miro a Elliot de pie junto al sofá donde está Mónica.

—Dayana, su difunta esposa, es hermana de los hermanos Grimmes. —Abre los ojos como platos.

—La mujer que se suicidó por ti. —Vuelvo la mirada abruptamente hacia Anastasia.

La miro sin comprender como lo ha deducido. Esa parte de mi historia la desconocía, estaba en esa laguna de oscuridad que guarda su mente hacia el pasado. Es una parte algo fuerte que preferí esperar hablar por la personalidad que ha adquirido.

Anastasia no es la misma mujer que una vez conocí y no me quejo, comprendo que los hechos que nos llevaron a separarnos la han cambiado, pero aún así estoy cauteloso, y aunque me tome lo que me resta de vida, haré lo imposible para traerla de vuelta.

—Lo recordaste. —Asiente levemente.

—He recordado mucho en los últimos días. —Eso me alivia y alegra en medio de mis nervios.

—¿Qué pasará con mi padre si no detienen a ese hombre? —pregunta Álex.

—Realmente nada, hijo —responde Taylor—. Es un tiempo corto.

—¿Y ese hombre? —Ahora es Mía quien se muestra temerosa. Max toma sus manos suavemente—. ¿Cuándo lo detendrán?

—No lo sabemos. No les digo esto para mantenerlos aterrados, sino para que sean prudentes con sus movimientos, por lo menos hasta que detengan al gemelo Grimmes y Anabell.