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El sudor corre por su frente y Jeno se siente desfallecer mientras ayuda a limpiar el desastre. Porque al parecer sus sospechas fueron ciertas y TaeYong los tiene a todos limpiando la inmensa casa y jardín.

Es domingo, el último día del viaje. Mañana estará de vuelta en aquella cárcel, donde con un poco de suerte podía ver a sus mayores dos o tres veces por semana. Porque su escuela tiene también su propia universidad, la cual varios de sus mayores cursan y a veces los horarios de salida considen con los suyos.

Pasa con fuerza un paño sobre uno de los muebles tratando de quitar una mancha que no tiene idea de que es, y tampoco le interesa averiguarlo. Ten está pasando la aspiradora por la alfombra quejándose a cada segundo que pasa, soltando una que otra palabrota de repente.

—Jeno, ven aquí — Su hyung llama su atención minutos después, y demora en acercarse. La mano de su mayor apunta hacia el patio y a Jeno le cuesta un momento orientarse, hasta que se da cuenta de lo que quiere mostrarle Ten.

A lo lejos puede ver a RenJun ser sometido por TaeYong a que se ponga unas orejitas de gato. El pelirrojo se niega pero el mayor insiste y se las termina poniendo a la fuerza. Jeno no puede evitar reírse, hasta que un pensamiento pasa por su cabeza y lo hace enrojecerse.

A veces Jeno se pregunta como sería RenJun si fuera a una chica. Aunque nunca le interesaron las mujeres, imaginarse a su mayor como una despierta una parte de él que no conoce.

—Calma tus pensamientos impuros, puberto.

Ten suelta una carcajada al verlo y Jeno sólo puede irse de allí completamente avergonzado. Esa mañana, mientras él y RenJun terminaban de desayunar decidieron despertar al resto, que cuando los vieron juntos empezaron a molestarlos inmediatamente, haciéndole cejitas o mandándoles indirectas. Jeno a veces quiere matar a sus amigos por avergonzarlo tanto.

Después de su "declaración" RenJun lo abrazó y le dio un beso en la mejilla, pero no hablaron más del tema. No sabe como interpretar eso, porque él quiere que el mayor sea suyo, quiere tener derecho a besarlo y abrazarlo, quiere ser algo importante para ese chico tan bonito, pero tampoco quiere presionarlo.

Así que decide dejar las cosas ser. Y entre pensamientos termina de ayudar a limpiar aquella enorme cabaña, y cuando esto ocurre ya es pasado el medio día.

—Para el siguiente viaje recuerdenme no compartir cabaña con ustedes —Dice Jeno exhausto mientras se echa sobre el sofá junto a Ten. Esté sólo ríe mientras mira en dirección a TaeYong, que aun se encuentra en el jardín junto a los chicos pero esta vez descansando. — Nunca quise preguntarte porque no quería entrometerme pero ¿Qué sucede entre ustedes dos?

Ten lo mira sorprendido, y Jeno quiere reír, pues abría que ser ciego para no notar la extraña relación y química entre esos dos. Después suspira y vuelve a mirar en dirección a su mayor

—No lo sé. A veces quiero preguntarle si tenemos algo pero siempre me termino echando para atrás. Es sólo que, no somos nada pero hay algo, pero también hay momentos en los que no sé que pensar —Jeno se sorprende por las palabras de su mayor. Si, era amigo de Ten pero nunca lo ha visto tan serio y herido.— TaeYong es de esos chicos que parecen imposibles de alcanzar, siempre pensé que algo entre los dos sería imposible, y tengo miedo de que aquel miedo se haga realidad.

—Creo que yo estoy en una situación similar...

Los ojos de Ten se vuelven a posar en él, pero ahora hay algo diferente en ellos.

—Se directo con tus sentimientos Jeno, si deseas algo con él, dile. Quizás después sea demasiado tarde, si tienes la oportunidad, aprovechala.

Su cuerpo se tensa y por alguna razón se siente débil. Y es que su hyung tiene razón. Quizás después no sea capaz de expresar sus sentimientos, quizás los sentimientos de RenJun cambien o se distancien. Porque el amor se puede acabar de tantas maneras.

El ventanal que da al jardín se abre y justamente entra RenJun por él. Como si sus cuerpos estuvieran conectados sus miradas chocan y el pelirrojo le sonríe, de una manera tan dulce que sólo puede hacerlo él.

Entonces Ten empieza a reír escandalosamente a su lado, y Jeno siente el ambiente romperse como un vaso contra el piso.

—Dios mío Jeno, tú de verdad estás enamorado.

PRETTY BOY | NOREN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora