PRETTY BOY | NOREN.

17

El sol ya se está escondiendo y Jeno sabe que tiene que levantarse de allí e ir por sus cosas, porque el autobús no tardara en llegar por ellos. Pero no tiene fuerzas para nada, aún puede sentir sus ojos arder y el recorrido de las lágrimas fresco.

Está seguro que lleva casi una hora debajo de aquel árbol.

Una hora llorando.

Y siente que podría seguir.

Ahora hay una briza suave, puede presentir que esta noche será fría. La soledad lo inunda, lo traspasa, lo rompe. Sus dedos helados anhelan el contacto de calor, de un calor que se estaba empezando a hacer conocido.

Se levanta apoyándose en el árbol. Desea estar en casa y arroparse bajo sus mantas, tomar un café y liberar su alma bajo la solitaria luna. No quiere hablar con nadie, no así, cuando se siente demasiado roto no le gusta hablar con sus amigos, detesta que lo vean en aquel estado.

Pasa las manos por su rostro y trata de calmar su respiración. Mientras empieza a caminar cada pasó se siente más difícil que el anterior.

Puede que RenJun éste allí y Jeno suplica que no, porque si lo ve, si mira su rostro, no está seguro de poder contenerse. No podrá impedir lanzarse contra su cuerpo o romper a llorar como un bebé.

Desea que su mayor vuelva.

Y le diga.

Que si está enamorado de él.