PRETTY BOY | NOREN.

15

Le dijo a RenJun que lo espere cerca del río una hora antes de que el autobús venga por ellos. Y ahora mismo se dirige hacía allí.

Después de empacar sus cosas y asegurarse de que todo esta en su lugar Jeno decide salir de la cabaña. Camina por el sendero de tierra que lleva al río, mirando como algunos alumnos de su escuela aún se divierten en las piscinas.

Ve la silueta de alguien más adelante, y sólo al ver su espalda puede saber que es RenJun. A veces cree que si no lo conociera bien podría confundir aquellos hombros con los de una chica.

—¿Has estado esperando mucho tiempo? — Pregunta cuando esta enfrente del mayor, algo preocupado por haberlo tenido demasiado allí. RenJun niega con la cabeza mostrándole una sonrisa, y Jeno con un movimiento de su mano lo invita a caminar junto a él.

El sonido de los pájaros cantando y de la corriente del río es relajante. A Jeno le trae recuerdos de su infancia, de los días en verano en que iba a casa de su abuela. Le gustaría volver, pero sabe que su madre no lo dejaría, ella detesta el campo.

Cuando llegan al borde del río Jeno se sienta bajo uno de los árboles que hay alrededor, mientras RenJun hace lo mismo. Un silencio cómodo se instala entre los dos, mientras la ligera brisa revuelve sus cabellos y RenJun apoya su cabeza en su hombro.

Jeno se siente demasiado bien. No está seguro de cómo sucedió, de cómo aquel chico tan risueño y perfecto logró robarle el corazón. Logró meterse tan dentro de él, que no puede evitar tomar aquel rostro entre sus manos y besarlo. Mueve sus labios con fuerza, lleno de necesidad, porque quiere demostrarle a RenJun que lo necesita, que lo quiere. Succiona su labio superior, las manos de su mayor se aferran a su cuello y lo acercan más a él. Jeno mueve sus labios con destreza y RenJun se acopla a sus ritmo sin problema. El aire empieza a faltar pero Jeno no se detiene, en cambio muerde el labio inferior de RenJun, y escucha como éste suelta un quejido, para después separarse agitado.

—¿Te hice daño? —Pregunta asustado, al ver a su mayor alejarse un poco, con los labios excesivamenre rojos y mejillas sonrojadas. RenJun siempre se sonroja y a Jeno le encanta.

—N-no, es que eso fue... intenso.

Jeno quiere reírse al verlo encogerse y aprovecha la situación para posar sus manos en la cintura del pelirrojo. Puede notar lo avergonzado que está, mucho más que antes si es que eso es posible. Se acerca al rostro del mayor nuevamente, rozando sus narices.

Entonces, decide que ya es tiempo de hablar.

Porque si yo te gusto RenJun, del mismo modo en que tú me gustas a mí, entonces ¿Qué nos detiene?