Capitulo 7

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— Meliodas ven aquí!!! —grito eufórica— ese pastel es mio

Salio de la cocina para buscar al chico busco en la sala en los cuartos del primer piso y por último subió al segundo piso.

— Meliodas estas aquí? —un viento fuerte abrió la ventana lo cual la hizo saltar.

Corrió hacia un cuarto y se encerró en el su respiración estaba agitada, tan solo quería encontrar a Meliodas para  que le devolviera su pastel, camino por el enorme cuarto observando todo lo que había a su alrededor, fotos viejas y pinturas muy antiguas fueron las que llamaron su atención.

— Meliodas? —se acerco a una pintura y toca la esquina con su mano — sangre? —se preguntó.

— No toques eso!!

— Kyaa!!! —se escuchó el fuerte sonido.

— El pastel!! —fue lo que grito Meliodas — Lanzaste mi comida —se acerco a ella, agarro sus dos manos y la empujó a la pared.

— Tu comida? Fui yo la que lo preparo y tu te la robaste — volteo su cabeza.

— Lo que está acá en esta casa es mio!! —apretó más fuerte sus manos.

— Sueltame me haces daño!! Ya te dije que si sigues siendo brusco me iré!!

Los ojos de Meliodas se pusieron negros y la marca que tenia en la frente se empezó a esparcirse por todo su cuerpo.

— Te vas a ir!!! Dijiste... Pero tu... Quiero ver como lo intentas —la soltó y la cargo para llevarla a la última torre del Castillo.

— Sueltame!! —forcejeo — Me quiero ir!!

El no hacía caso a sus protestas seguía avanzando poco a poco se acercaban al calabozo, el chico agarro las llaves y abrió la puerta.

— Entra!!

— No voy a entrar a ningún lado —trato de escabullirse.

— Entra!! —empujo su cuerpo y la chica cayó y fue en ese momento que cerró la puerta con llave— Quiero ver como escapas.

— Maldito!! —la chica se desespero un poco al no saber que hacer y tampoco saber cuanto tiempo iba a estar ahi— Es un castillo y en las torres siempre hay pasadizos secretos así que si muevo una pieza de este calabaza entonces.

La chica desesperada por salir porque no quería esperar ni un día más y ya no soportaba estar ahí empezó a buscar alguna pieza que sea diferente.
— Bingo!! —exclamo, en la pared había una roca de 5 ángulos lo cual es inusual así que empezó a empujar y se abrió  un pasadizo— No estoy segura de adonde me llevara pero tendré que intentarlo.

Mi amor es para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora