Pues esta historia está ambientada en la bella y la bestia pero no es todo igual solo en algunas cosas.
Elizabeth va en busca de la bestia que atemoriza al pueblo y solo por defender su orgullo y por no querérse casar con un arrogante llamado Ryudos...
Meliodas dejo a Elizabeth en su cuarto y se retiro.
—¿Que paso abajo? Porque...noo...—daba vueltas por el cuarto.
La peliplata toco sus labios y recordo el beso, acaso me gusto, sus mejillas se pusieron rojas.
—Calmate Elizabeth... Solo calmate... 1...2....3....4... Ah!!! No puedo calmarme.....la puerta? Quien esta tocando?¿ Meliodas!!!—grito— ¿Que haces aqui?
— Quiero dormir hay algun problema.
— Pero esa forma.. Bueno..pareces un Gatito —lo cargo..y empezó a tocar su cabello— Que lindo!!
Meliodas seguia serio, salto de sus brazos para ir a la cama y envolverse en las sabanas.
— Meliodas? —creo que de verdad va a dormir conmigo, la chica se dirigio a la cama y se echo junto a él— porque hago esto.
Al ser tan pequeño meliodas se durmio en la almohada junto a ella.
. .
Elizabeth completamente dormida y meliodas despierto.... Se acerco otra vez a ella con la mirada agachada.
—Te vez tan linda —susurro a su oido, ocasionando que se moviera un poco— quiero besarte otra vez...
Acerco sus sabios y le dio una pequeña lamida a su labio inferior, volvio a su forma normal y le dio un beso acariciando su cabello, si seguia haci iba a perder el control vio que los ojos azules de la chica se empezaron a abrir y volvio a su forma pequeña haciendose el dormido.
— ¿Que fue eso? Mis labios se... Meliodas tu viste eso.. Esta dormido, pero quien —roso sus labios— y si fue el.
La chica se levanto de la cama y se puso una capa, afuera esta nevando y hacia mucho frio.
Bajo por las escaleras y paso por un enorme salon, al parecer antes estaba muy bien cuidado pero ahora solo es una pequeña ruina.
. .
Se encontraba afuera.. Jugando con la nieve, aunque estuviera sola se sentia agusta poder descansar un rato sin preocupaciones sin que la gente la criticara.
Daba vueltas por las nieve, como si estuviera bailando imaginando que se encontraba con alguien.
— Te gusta bailar no? —se acerco a ella.
— Meliodas te despertaste, si me gusta bailar pero nunca lo e echo, ir a los grandes bailes que se realiza en el palacio es solo para gente de clase alta —sonrio.
— Claro...
— ¿Quieres jugar?—pregunto la chica.
— A que? —Se acerco a ella, agarrando su cintura.
— Meliodas... Cambiaste no sabes ser asi conmigo donde esta tu seriedad¿Que cambio en ti?.. Y si!! quiero jugar contigo pero a esto —agarro una bolita de nieve y se la lanzo a su cara.
Haciendo que la soltara,
meliodas se empezó a quitar toda la nieve pero cada vez que terminaba era atacado otra vez por Elizabeth.
— Ya no me lanzes no puedo ver bien, tengo demasiada nieve en mis ojos.
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