Mi amor es para ti

Capitulo 9

Ambos se separaron del abrazo y se miraron mutuamente.

— Meliodas me perdonarias —le dijo amablemente.

— No es algo que los humanos entiendan pero me transformo muy amenudo sinceramente no quisiera estar aqui.

— Pero ahora yo voy a estar a tu lado ¿No? —vio que meliodas empezó a llorar,  nunca pense de que el lloraria se ve tan fuerte y como si nada le importara.

Elizabeth extendió sus brazos para rodearlo y acercarlo a su pecho acarició sus desordenado cabello rubio.

—¿Que haces? —pregunto consternado.

— shh!! Todo va estar bien tranquilo puedes confiar en mi.

— ¿Qué? Sueltame.... Yo no necesito un abrazo....... Bien si tanto me quieres abrazar entonces..te dare algo mejor.

Meliodas empujo a Elizabeth al suelo lo cual hizo que se exaltara.

—¿Me..lio..das? Que haces?

Sintio que sus labios fueron juntados con los de el fue como un abrazo calido no sabia porque no le estaba pegando o el porque no forcejeaba para que le soltara.

Meliodas entrelazo sus manos con las de ella poniéndalas mas arriba de su cabeza y acariciando su cabello con la otra mano.

Ambos intensificaron el beso ella dejo sus manos para rodear el cuello del chico acercandolo mas a ella, se separaron y miraron sus rostros sonrojados.

El rostro de Elizabeth estaba invadido por colores sentia que su cuerpo pedia a gritos otro beso más pero el chico tenia algo mejor.

Acerco su rostro otra vez a su labios pero esta vez para morder su labio inferior lo cual hizo que jadeara y apretara sus hombros, bajo hasta su cuello  y empezó a darle pequeños besos, beso la clavicula de la chica haciendo  que esta se retorciera.

— Meliodas yo..umm..ah! —la chica sentia desfallecer solo por esos pequeños besos que le daba.

El se aparto de ella vio su rostro y mostraba confusion pero a la vez un poco de lujuria el nunca habia sentido esto con alguna persona verla asi en esa posición le hizo recordar la primera vez que la vio pero ahora ella no corrió y se alejo de el se encontraba ahi acostada y el encima de ella viendo su rostro sonrojado y las expresiones que ponia cada vez que tocaba su piel.

Queria seguir tocandola pero se dio cuenta que lo que estaban hacíendo no iba a terminar bien asi que volvio a la realidad.

— Elizabeth, creo que mejor sera llevarte a tu cuarto.

— Claro...—todo fue tan rapido no sabia bien que responderle.

La cargo en la espalda y subieron hasta su cuarto abrio la puerta y la dejo cuidadosamente en su cama, ya no era brusco como antes.

Ambos se encontraban fuera de la realidad no supieron como expresar o afrontar lo que paso abajo.