Mi amor es para ti

Capitulo 20

—Te juro que si le haces algo, yo..

—Si, mal no recuerdo mañana empieza la caza no? Que tal si la adelantamos.

Elizabeth ya no sabia que hacer porque? Porque tenía que ser tan cruel.

—Yo, lo amo y no dejare que le hagas daño —lo empujó.

—Enserio? Elizabeth, si quieres jugar así, entonces comenzamos. Yo iré a cazar a la bestia esta misma noche.

—Elizabeth dirigió su mirada hacia el —, Ni lo sueñes!!

—Atrapenla!! Y encierrenla con sus hermanas no dejen que escape, si quieren este pueblo a salvo debemos cazar a la bestia!!!

—No alto.. Esperen.. El no es como creen por favor háganme caso —forcejeo.

—Eso lo veremos hoy —susurro, se empezó a alejar del lugar dejando a Elizabeth desesperada.

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—Vamos!! —dijo un señor no muy alto, era igual al joven que se encontró la primera vez que iba al castillo–.

—No!! No pienso ir con usted!! —forceajaba, de tanto hacer eso consiguió pisarle el pie a lo cual el la soltó, intento liberar a sus hermanas pero ellas la detuvieron.

—Ellie corre!! Debes ir —dijo Margaret con lágrimas en los ojos— Rápido!!

Ella tan solo asintió y dejo a sus hermanas.

Corrio lo más rápido posible, tomo un atajo, conocía el castillo a la perfección eso le facilitó las cosas.

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Meliodas caminaba por los largos pasillos del castillo en dirección al cuarto, no estaba de humor para nada.

Todo había sido perfecto, pero sabía que tenia que dejarla ir. Era lo mejor para ella.

Abrió el cerrojo y se sentó en la cama, preguntándose. Como estará elizabeth? , se dio la vuelta y vio la carta en la mesita de noche.

Agarro el sobre y lo abrió  cuidadosamente.

Hola meliodas.

Bueno no soy buena para las cartas, pero hoy me iré, se que estarás mejor sin mi, no te causare más problemas. Tengo que regresar, así todo este lio se acabará. Y ya no tendrán que venir a casarte.

Cuando me contaste tus recuerdos. Me sorprendieron mucho.

Hay algo que yo también te quería decir, el día en que una chica te entrego la rosa fui yo verdad? Recuerdo que bien eso. Yo estaba en el bosque y te encontré tirado, parecías un vagabundo, la gente te odiaba y cualquiera que se vinculará contigo,recibía la pena de muerte.

Pero mira, estoy contigo y no estoy muerta.

Creo...Que me desvíe del tema, tan solo te quiero decir que te amo nunca lo olvides.

Elizabeth.

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—Sabia que eras tu.. Recuerdo esos ojos azules esa hermosa sonrisa que me diste aun sabiendo que era un enemigo —agacho la cabeza— Después de que les hiciera tanto daño.

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Ryodushel se encontraba en el castillo de la bestia con una mirada escalofriante.

—Parece que muy pronto nos encontramos —sonrio, y se dirigió a la puerta de entrada, la abrió y vio un lugar sin vida como si nadie habitara ahí miro por todos lados para ver si lo encontraba, pero nada, así que subió al segundo piso para buscarlo.

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Elizabeth se encontraba en el castillo, no paso por la puerta principal.

En la Parte de atras había una puerta oculta que te llevaba a la sala.

Y era mucho más fácil entrar por ahí, que pasar por los pasillos.