Mi amor es para ti

Capitulo 14

Una mañana muy hermosa se podía ver por la enorme ventana que se encontraba en la sala del castillo, en el una hermosa chica dormida con su Cabello un poco desordenado y una pequeña lágrima que resbalaba por sus mejillas ¿Porque? Porque soltar una lágrima solo por no haberlo encontrado "algo Infantil" o el hecho de que sus pensamientos y sentimientos habían sido aclarados y no quería que el se fuera lejos de ella.

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—Elizabeth? Despierta —Meliodas tocaba el hombro de elizabeth, donde estaba?

La chica empezo a abrir lentamente sus ojos y se percató del chico que estaba en frente, estaba alegre de poder ver su rostro otra vez.

—Meliodas.. —salto a sus brazos—, ¿Donde estabas? Enserio te fuiste.

—No me fui, estoy aquí —correspondio su abrazo—. Dime, donde estabas tu?

—Yo, pero si yo te estaba buscando toda la noche —se separó del abrazo—, Tu deberías responderme la pregunta que te hice.

—Yo Estaba todo el tiempo en el cuarto —ladeo la cabeza.

—En el cuarto? —estaba confunida—, Pero yo busque en el cuarto.

—Estaba en forma de un pequeño...

—Un pequeño gatito...por eso no te vi —sonrio—. Cambiando de tema quieres comer algo.

—Claro.

Se dirigieron a la cocina, meliodas empezo a buscar los ingredientes y elizabeth se ponía el delantal.

—Hare Pastel de manzanas, es muy rico.

—Bien, esperare con ansias —siguio sacando los ingredientes.

Termino de sacar las manzanas... Y se las entrego a Elizabeth.

El También quería ayudar, pero sentía que sería un estorbo así que tan sólo utilizo una de sus transformaciones y se subió al hombro de elizabeth.

—Hoy estas difrente Meliodas..Paso algo —pregunto Elizabeth—. Sabes que puedes contarme.

—No pasa nada porque Tendría que pasar algo —le dijo mientras observaba como preparaba el pastel—, Yo debería preguntarte eso.

—suspiro—. No tengo nada, yo estoy bien.

Elizabeth término de preparar la mezcla y la metió en el pequeño horno que se encontraba ahí.

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Sono una pequeña campanita que indicaba que había términado, la saco y la puso en la bandeja partió en trozos la tortas y las sirvió.

Ambos empezaron a comer, el ambiente estaba muy callado.

—Elizabeth te encuentras bien —no  consiguió respuesta alguna por parte de ella—, Elizabeth!!

—levanto la Mirada— Meliodas.....Disculpa pero quiero ir a mi cuarto.

Se retiró de la cocina dejando a meliodas solo.

Estaba Metida en sus pensamientos subió las escaleras lo más rápido posible y se encerró en su cuarto.

—Tan solo faltan tres días más y todo se acaba —dijo entre susurros.