c a p í t u l o 12

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-¿Quién se viene hoy a cenar en equipo?. -Alex entró a la sala de peluquería y maquillaje gritando, me quitaba las ganas de vivir.

-Alex, ¿te he dicho alguna vez que tú energía me estresa?. -Lo miré mal mientras le quitaba las extensiones a Alexander.

-Y nos quita las ganas de vivir. -Agregó el y yo asentí riendo.

-Y nos da ganas a matarte. -Agregó Gustaf que estaba sentado en el sofá esperando a ser desmaquillado.

-¿Por qué tanto odio hacía mi persona?. -Preguntó fingiendo estar ofendido.

-No lo se, quizás porque la mayoría nos pasamos el día ayer en el hospital y entre eso y el día de rodaje estamos cansados. -Explique rápidamente con un ligero tono de sarcasmo.

-Pero una cena en equipo siempre viene bien, hoy vamos a ser bastantes, ya he avisado a el restaurante de siempre para reservar cinco mesas y que nos las junten como siempre, será divertido. -Sonó a súplica y todos asentimos ante ello. -Genial. -Puse los ojos en blanco ante su rápido cambio de humor, ya volvía a tener la energía de siempre.

-Estoy reventado. -Marco entró por la puerta y se sentó al lado de Gustaf. -Irina ¿Que te parece si me voy con las trenzas y el maquillaje para casa y ya mañana vengo preparado?. -Yo reí.

-No creo que seas lo suficientemente tranquilo durmiendo como para que el peinado se mantenga en su sitio y mucho menos para que no te quites el maquillaje con el roce de la almohada.

-Casi cuela. -El se empezó a reír de manera que se le achinaron los ojos, cosa que nunca le había pasado o que por lo menos que yo se lo hubiera visto, le hacía verse adorable.

-Alexander ya está. -Le di un golpe en los hombros y el se levantó, como siempre pasándome tres cabezas. -Gustaf te toca, siéntate en la silla de maquillaje y Alex porfa vete sentandote en la de peluquería para cuando acabe con el ir rápidamente contigo.

-Yo me voy a vestuario y os espero fuera para la cena. -Alexander simplemente dijo eso y salió.

-¿Tienes prisa por terminar eh?. -Me dijo Marco.

-No, tengo prisa por irme a dormir, tengo muchísimas ganas de comer, por eso iré a la cena, pero estoy muy cansada. -Empecé a desmaquillar a Gustaf mientras entre los cuatro hablabamos de temas varios sin ponerle mucha atención a ninguno. -Hago lo mismo que Alexander, os espero fuera.

-Venga Alex, creo que solo me faltas tú, Marco y ... Gee, todos los demás ya están.

-¿Jordan y Kat también?. -Alex preguntó y yo asentí.

-Fueron de los primeros, junto a algunos extras que ya habían terminado y tuve que quitarles los peinados, menos mal que a la mayoría de los extras no los tengo que maquillar.

-Cuando vine hacia aquí los vi fuera esperando, ya estaban cambiados y todo. -Marco aportó su dato y en ese momento entró Gee ya cambiada.

-¿Aún estáis aquí?, que cansinos sois, de verdad, yo ya he pasado por vestuario para en cuanto termine conmigo que soy la última irnos. -Ella se sentó al lado de Marco. -Oye Iri, ya sé que es mucho pedir pero cuando me quites ahora las extensiones y demás ¿me podrías hacer algún peinado para la cena?.

-Por supuesto Gee, si quieres también te maquillo. -Le propuse y ella asintió.

-¡Genial!.

-No vamos a salir de aquí más nunca colega. -Alex habló mirando directamente a Marco a través del espejo y el simplemente soltó una pequeña risa. -¿Con quién vais a ir?.

-Mi novio se viene a la cena y me viene a buscar, si queréis os venís con nosotros. -Gee lo ofreció con buena intención.

-Yo ya se lo dije a Kat, iré con ella, ya quedé con Amelia en el restaurante directamente. -Cierto, se venía el ligue de Alex con nosotros.

-Oye Marco, ve con Irina, así no va sola. -Aportó Georgia.

-Claro. -Asentí mirando hacia él. -Me recuerdas como llegar se paso.

-Que interesada eres. -El empezó a reírse.

-No, si no quisiera que vinieras conmigo pondría el GPS. -Todos rieron. -Asi no voy sola también.

Cuando terminé con todos eran las nueve de la noche, y mi estómago no aguantaba una hora más sin comer una comida decente.

-Venga Iri, ya todos se están yendo. -Marco asomó la cabeza por la puerta y yo justo me puse la cazadora.

-Estoy lista. -Le dije y cogí mi bolso.

El camino fue ameno, como siempre lo es todo con Marco, ameno y divertido.

-Por fin llegáis, al final somos más de treinta y tenemos que esperar a que dejen alguna mesa libre, las que reservó Alex por teléfono no eran suficientes. -Jordan y Alexander fueron los primeros que nos encontramos al llegar.

-Y hablando del rey de Roma, ¿dónde está?. -Marco lo empezó a buscar entre la multitud que éramos.

-La novia se perdió y la fue a buscar. -Habló Jordan.

-¿Son novios?. -Preguntó Alexander. -¿Alex con novia?.

-Aún no son novios, están quedando simplemente, pero a Alex se le ve con ganas. -Agregé.

-Bueno... ya sabemos lo que hay siempre. -Jordan puso los ojos en blanco.

-Que poca fe tenéis en el.

-No es eso Iri, lo conocemos, siempre es igual, al principio ilusión, luego le da miedo el compromiso, luego quiere alejar a la chica, la aleja y al final se siente solo y vuelta a empezar. -Me explicó Marco.

-Y cuando no la chica es una loca que le invaden los celos y no puede tener una escena de beso o sexo porque lo matan. -Agregó Jordan. -Que sí, que esa tema es delicado, a mi novia y al novio de Gee les costó, sobretodo a la mía, pero al final se acostumbraron y lo entienden, pero parece que esas chicas no.

-Bueno, es algo complejo, sobretodo para personas celosas, yo creo que también me costaría estar con un actor. -Aporte mi opinión y en ese momento vi a Alex doblar la esquina acompañado por una chica morena, de estatura media y con unos ojos enormes que yo conocía perfectamente. -No puede ser... -Susurré para mí misma.

-¿La conoces?. -Me preguntó Alexander.

-Un poco, sí, mi ex me puso los cuernos con ella. -Le dije y el se empezó a reír.

-No puede ser. -El siguió riendo y en ese momento llegaron a nosotros.

-Irina. -Me sonrió al llegar a mi.

-Amelia. -Lo dije en su mismo tono pero sin ninguna sonrisa en mi cara.

-¿Os conocéis?. -La cara de Alex era de confusión total.

-Eramos amigas hace tiempo. -Le respondió ella y yo empecé a reír a carcajadas.

-¿Amigas?, Cómo mucho conocidas que se llevaban bien, hasta que te metiste en la cama del que en su momento era mi pareja. -Dije sarcástica y noté como Alexander reprimió una sonrisa. Marco simplemente me pasó la mano por la cintura intentando que me calmara, miré a Alex y su expresión era de confusión total.

-Chicos, ya hay sitio para que entremos a comer. -Gustaf apareció de la nada salvando el momento.

-¡Genial!. -Exclamé y caminé hacia el restaurante con Alexander y Marco a cada costado.

-Dios Irina, no te imaginaba con ese carácter. -Alexander no paraba de reír. -Y no es para menos, ya no me gusta esa chica para Alex.

Miré de reojo y pude ver que ella y Alex se habían quedado atrás hablando, probablemente Alex le estaría pidiendo una explicación o por lo menos estarían hablando del tema.

Cambios. (Alex Hogh Andersen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora