El timbre sonó y me levanté rápidamente a abrir, haría cualquier cosa con ta de que dejase de sonar ese horrible timbre.
Al abrir me encontré con Travis sonriente, abrigado hasta el cuello y con una bolsa en su mano derecha y dos cajas de pizza en la izquierda.
-No me había dado cuenta el frío que hacía fuera. -Rapidamente me alejé de la puerta, el entró y la cerró.
-Que guapa estás de resaca. -Comenzó a reír mientras dejaba las cosas en la mesa del salón.
-Ja ja, que gracioso. -Lo miré mal y siguió riéndose mientras se acercaba a mi, puso una de sus manos en mi cuello para agarrarme mejor y la otra en la frente.
-No tienes fiebre, pero pareces más muerta que viva. -Quitó la mano de mi frente y la llevo a mi cuello también, ahí le acercó más a él y me dio un pequeño beso en la frente. -¿Cómo te encuentras?.
-He estado mejor. -Susurré y el rió.
-Me imagino. -Me soltó y fue hacia la bolsa que había traído. -Tómate una de estas. -Sacó una cajita de pastillas de la bolsa y me la entregó.
Yo me dirigí a la cocina con la caja y el me siguió, fui directa a la nevera a por agua fría, podía sentir como el su par de ojos seguía todos mis movimientos, eso me ponía un poco nerviosa.
-Me pones nerviosa. -Susurré mientras ponía el agua en un vaso.
-Vaya, qué pena. -Ambos reímos. -¿Al menos lo pasaste bien?, ¿la resaca ha merecido la pena?. -Me preguntó eso mientras bebía agua y me atraganté.
¿Cómo respondería eso?, ¿lo pasé bien?, ¿Merece la pena?. La respuesta a todo es no.
-No... Recuerdo mucho que digamos. -Me masajeé las sienes. -Y no creo que ninguna fiesta merezca la pena esta resaca, me siento a morir.
-Bueno, ¿que te parece que comemos un poco que pizza, y nos acurrucamos a ver una película?. -Me miró con una sonrisa muy tierna y empezó a jugar con el piercing de su labio.
Hoy estaba despeinado, supuse que sería por el viento que hacía en la calle pero me pareció que le hacía más atractivo. Ante ese pensamiento un sentimiento de culpa recorrió mi cuerpo, hacia un par de horas me había acostado con Alex, mi amigo, mi compañero y ahora estaba con Travis, no estábamos haciendo nada pero aún así, sabiendo el tipo de relación que tenemos me sentí mal.
-Tierra llamando a Irina. -Empezó a mover su mano delante de mi cara y yo acentí.
-Esto... Sí sí, me parece perfecto. -Le dediqué una media sonrisa, quítate ese abrigo por dios, que aquí tengo la calefacción puesta y en nada empezarás a sudar.
El empezó por quitarse la bufanda y siguió con el chaquetón que traía puesto.
-He traído de barbacoa y una marinera. -Me informó el sabor de las pizzas.
-Tu si que sabes.
Por un momento no sé porqué sentí el ambiente entre nosotros raro, incómodo, estábamos de pie, mirándonos, sin hacer nada. Nunca nos había pasado eso, más que nada porque nunca habíamos quedado de una manera tan informal, siempre que quedábamos tardabamos poco en llegar a la cama, que era donde nos entendíamos.
-Esto se siente... raro. -Susurró él y yo reí, pensaba lo mismo que yo, así que asentí. -Estos días lo he estado pensando, quiero decir, nunca hemos quedado como amigos normales, y la verdad es que me apetecía, tener una cita normal contigo. -¿Dijo cita?, pude sentir como mis ojos se abrieron, a punto de salirse de mis cuencas, pero el prefirió ignorarlo, ya que no dijo nada al respecto. -Simplemente comer algo, hablar... Ya sabes, encima estos días que no hemos tenido mucho contacto, supongo que te he echado de menos.
He de admitir que eso me pareció tierno pero no sé, se me hacía raro.
En ese momento pude sentir como quedé salvada porque mi móvil comenzó a sonar, fui a por él y lo cogí sin ver quién era.
-¿Sí?. -Pregunté.
-Por fin me coges el teléfono. -Mierda. -Voy camino a tu casa, necesito que hablemos. -La voz de Alex sonó completamente seria, nunca antes la había escuchado así.
-No hay de qué hablar. -Yo usé el mismo tono.
-Pues yo creo que sí.
-Y yo que no. -Volví a repetir.
-¿Irs donde tienes el refresco?. -Travis Entró en el salón a preguntarme con dos vasos en la mano. -En la nevera no hay.
-En el cajón, al lado del microondas. -Tapé el altavoz del móvil para hablar.
-Irina no me jodas. -Alex empezó a gritar desde el otro lado del teléfono. -¿Me vas a decir en serio que tienes al idiota ese metido en tu casa?, ¿después de lo que pasó anoche?, ¿te da igual todo o que?. Por eso no querías a fuera ¿no?. -Su tono de voz cada vez era más alto.
-No me grites. -Consegi decir en un hilo de voz.
-¿Que no te grite?, yo de verdad flipo contigo. -Su voz sonaba realmente decepcionada. -Me decepcionas Irina. -Y lo confirmó.
-No es lo que tú piensas, y aunque lo fuera no sería problema tuyo, ¿me entiendes?, yo hago lo que quiera y con quien quiera, al igual que lo haces tú.
-Yo no hago las cosas que haces tú, no me rebajo a tanto, no follo con una amiga para a las horas estar con otra tía cualquiera. -Soltaba las palabras como si realmente sintiera asco de lo que estaba diciendo.
-¿Rebajarse?, ¿intentas insinuarme algo Alex?. -Sus palabras e intenciones realmente me había enfadado muchísimo. Sentía que la cabeza me iba a estallar en cualquier momento. -¿Sabes qué?, vete a la mierda, no te debo nada para soportar que me trate así.
-En eso tienes razón, no me debes nada, pero podrías tener dos dedos de frente.
-Repito, vete a la mierda.
Colgué y tiré el móvil sobre la mesa.
Realmente sus palabras me habían dolido, el era alguien importante para mí y no me esperaba que me dijera esas cosas.-¿Todo bien Irina?. -Travis entró otra vez al salón pero esta vez con los vasos llenos de refresco. Su voz sonaba molesta también.
-Sí, supongo que sí. -Suspiré.
Realmente no lo estaba, sentía que todo andaba mal, esto me iba a traer repercusiones en todo, mis amistades, mi trabajo, en resumen, en mi vida entera. El mundo se me venía encima.
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Cambios. (Alex Hogh Andersen)
FanfictionIrina es la nueva peluquera/maquilladora de la serie "Vikings". Ello le hace pasar muchas horas con los actores y el equipo. Pero empieza a desarrollar unos sentimientos poco profesionales por uno de ellos.