-¡Irina!. -Anny casi gritó mi nombre al verme entrar por la puerta de su habitación. -¿Alex?, ¿que haces aquí?. -Su cara era de total confusión.
-Yo también me alegro de verte Anny. -Rodó los ojos. -Por cierto, estás horrible. -El se empezó a reír como si se le fuera la vida en ello.
-Te odio enano. -Le dedicó la peor mirada del mundo.
-Sigo diciendo que no tienes el derecho de llamarme así, eres sólo un año más grande que yo. -Fue hacia ella y le dió un abrazo y al separarse le dio un pequeño beso en la cabeza. -Te he echado de menos Anny. -Le dijo serio.
-Y yo a ti cielo, a todos. -Anny me hizo señas de que me acercara y le di un pequeño abrazo. -Mason y yo tenemos algo que decirte Iri, fue con los médicos a poner la niña en la incubadora y traerla, en cuanto vuelva hablamos.
-Ya estoy aquí mi amor. -Era Mason entrando por la puerta arrastrando la incubadora de la niña seguido por un doctor.
-Annabeth las indicaciones son sencillas, la niña a pesar de ser prematura está perfectamente de salud, estarán en el hospital unas semanas, la que más me preocupa eres tú, necesitas mucho reposo. -Annabeth simplemente asintió y el doctor se fue.
Alex se acercó rápidamente a la incubadora y yo igual, detrás suya.
-¡Es hermosa!. -Exclamé en cuanto la vi, tenía los ojos claros de Anny y el pelo negro azabache de Mason.
Alex metió su mano en la incubadora y empezó a acariciar la diminuta mano de la niña y ella le agarró su dedo índice. La cara de Alex fue un cuadro, no tenía una sola expresión sino una mezcla por los diferentes sentimientos que le invadieron.
Yo sólo puedo asegurar que era una de las escenas más bonitas que había visto en muchísimo tiempo.
Me miró con una gran sonrisa en la cara y unas pequeñas lágrimas en sus ojos que amenazaban con salir.
-Oh, no llores Alex. -Le puse la mano en el hombro en forma de apoyo.
-No puedo creer que ya esté aquí, es una mini Anny... ¡Mira como me agarra el dedo!. -Su estado de euforia aumentó.
-¿Sabes que es mi hija verdad Alex?, No te la puedes llevar. -Anny empezó a reír con los ojos aguados también. -Irina, lo que Mason y yo queríamos decirte es que queremos que seas la madrina de la niña, si quieres claro.
La boca se me abrió de par en par debido a la sorpresa, no me lo esperaba para nada.
-Pues claro, ¿que clase de pregunta es esa?. -Le di un pequeño abrazo a Anny y luego a Mason. -Muchísimas gracias por confiar en mí para eso chicos, será mi pequeña mimada.
-Eso es lo que me temía. -Mason rodó los ojos.
-Oh vamos Mason, de toda la vida la madrina mima a los niños. -Alex intervino en la conversación.
El tiempo pasaba rápido en esa pequeña habitación, cuando nos dimos cuenta ya era la una de la mañana, Anny y la niña ya estaban dormidas y Mason a punto de estarlo también.
-Bueno, yo creo que ya es mejor de que nosotros nos vayamos para que descanses Mason, y yo para dejar a Alex en su casa y que descanse también. -Alex asintió y Mason se despidió.
-Mañana, bueno, después vendremos más así que dile a Anny que se despierte con fuerza y paciencia. -Alex empezó a reír, a sabiendas de que Anny no tiene nada de paciencia.
-Se hará lo que se pueda.
Salimos rápido del hospital y fuimos directos al coche.
-Dios, estoy tan cansada y tengo tanto sueño... -Dije poniéndome el cinturón mientras bostezaba. -Mañana os peinare al revés, verás. -Me empecé a reír. -Alex, ¿Te importa quedarte en casa a dormir y así no te tengo que llevar a casa?, Vives un poco lejos de mí y con este sueño no creo que llegue.
-Sí a ti no te importa a mí menos. -El se encogió de hombros y yo fui directa a mi casa.
Al llegar abrí la puerta y encendí la luz, automáticamente mi gato vino a darme la bienvenida.
-Al final del pasillo tienes el baño, a la izquierda está la cocina, sirvete lo que quieras, como si estuvieras en tu casa, vamos arriba y te digo cuál es tu habitación.
-Vale. -Subiendo las escaleras se quitó la sudadera y la colgó en sus manos.
-Esta es tu habitación, la mía es la de enfrente, si necesitas algo ya sabes dónde estoy. -El asintió y entró en la habitación y yo me fui a la mía.
Cogí mi pijama el armario y entré en mi baño, me di una ducha rápida, lo único que quería era dormir y salí rápidamente metiéndome en la cama de un pequeño impulso, caí boca abajo con la cabeza en la almohada quedando dormida al instante.
Sentí algo sentándose en la cama que me despertó y rápidamente encendí la luz de la mesa de noche.
-Joder Alex, me has asustado. -Le tiré el cojín que tenía más a mano.
-Lo siento, no podía dormir y venía a ver si aún seguías despierta. -Suspiró.
-Tranquilo. -Apagué la luz, así se le haría más fácil que le entrara el sueño. -Acuéstate y hablamos un rato hasta que te entre el sueño.
-No quiero molestar. -Pero se acostó.
-No lo haces, cuéntame, ¿por qué no puedes dormir?. -Le pregunté con los ojos cerrados. Yo le hablaba pero realmente mi cuerpo y mi mente sólo querían dormir.
-Realmente no lo sé, pienso en todo y a la vez en nada. -Giró su cabeza en mi dirección. -¿Sabes esa sensación?. -Yo asentí, espero que lo haya notado.
-¿Te has planteado ir al psicólogo?. -Yo estaba completamente segura de que eso se debía a la muerte de su amigo.
-No estoy loco Irina. -Se empezó a reír y sentí su respiración muy cerca de mí. -Aparte, no creo que eso ayude.
-Los psicologos no son para locos Alex, ayudan mucho, yo he ido, y si pones de tu parte mejorarás poco a poco. -Muy poca gente sabía que había ido a el psicólogo pero sabía que Alex era una persona de confianza. Mis problemas con la comida fueron una parte muy oscura de mi vida.
-Bueno... oye, ¿puedo preguntarte algo?. -Cambio de tema rápidamente y simplemente murmuré un pequeño 'ajá' casi dormida. -¿Hay algo entre Marco y tú?.
Eso me descolocó bastante, me esperaba cualquier cosa menos esa.
-¿A qué se debe la pregunta?. -Pregunté y note que se encogió de hombros.
-No lo sé, lo conozco y contigo es diferente, es más... ¿cariñoso?, supongo que es la palabra, aparte como te trató en la casa de alquiler me pareció raro, es mi amigo pero esas cosas se las guarda siempre.
-Pues no, simplemente nos llevamos muy bien, Marco es un gran chico, pero no lo veo de esa manera. -Volví a cerrar los ojos, teniendo en cuenta que aunque los tuviera abiertos no veía nada debido a la oscuridad.
-Espero que el piense lo mismo, no me gustaría que hubieran mal entendidos.
Ninguno más volvió a hablar hasta que sentí sus pequeños rondicos y ahí caí rendida yo también.
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Cambios. (Alex Hogh Andersen)
FanficIrina es la nueva peluquera/maquilladora de la serie "Vikings". Ello le hace pasar muchas horas con los actores y el equipo. Pero empieza a desarrollar unos sentimientos poco profesionales por uno de ellos.