-No me cuestiones, y no quiero que te pongas así.
-¿y cómo quieres que me ponga? Si yo te quiero.
-Dime que tu no me quieres... dime que no sientes cosas cuando te beso.
-¡No se James! ¡No lo sé!- me levante de la cama de Amanda y me encerré en el baño, en cuanto cerré la puerta me tire a llorar.
Si... yo también quería a James, yo también sentía que me daba alas cuando lo besaba...
Pero también sabía que siempre había deseado estar con Damien, y que antes de que Maslow llegara a mi vida yo solo me la pasaba pensando en el...
-Está bien, me voy a alejar de ti... pero abre la puerta, solo déjame mirarte.
Lo hice, me levante y abrí la puerta...
En cuanto lo hice el me tomo del rostro.
-No quiero verte llorar nunca más,
Me miro a los ojos y estuvo a punto de besarme, pero no lo hizo... solo me soltó y salió de ahí.
En cuanto salió no sabía si correr a abrazarlo o hacer algo para que se quedara... Opte por tirarme en la cama y ponerme a llorar.
Enseguida entro Amanda.
-¿Pero qué paso aquí?, aquel hombre salió llorando de lo peor y tu aquí tirada...
-Amanda soy una tonta, ya lo deje ir, y sé que ya no va a volver... No sé qué estoy haciendo con mi vida... Me quiero morir.
-Mírate, estas sufriendo... y todo esto es por él, no es por Damien. ¡Tú quieres a James en tu vida y no a Damien!
-Pero siento dudas...
-Tú no tienes dudas, ¿crees que con dudas estarías llorando así por él?
-¿Y entonces que hago?
-Pienso que lo mejor es que dejes pasar este fin de semana y que te tranquilices... el Lunes podrás saber que hacer... si vuelves a mirar a James y quieres estar con el ¡Hazlo!
-¿Puedes llevarme a mi casa?
-Claro, pero date una ducha y te prestare ropa, hueles a alcohólica y ahora tu madre si te mata.
-Está bien... no tardo en salir.
Tome una toalla y me levante limpiándome las lágrimas, me metí al baño...
En unos minutos salí y Amanda me había dejado algo de ropa sobre la cama, me cambie y guarde todas mis pertenencias.
-¿Lista?- Ami entro a la habitación- ¿Quieres comer algo?
-No... No tengo nada de hambre.
-Bueno, pero en cuanto llegues a tu casa te alimentas bien...
-Te lo prometo.
Bajamos las escaleras y me despedí de los padres de Amanda, subimos a la camioneta y fuimos directo a mi casa.
Cuando llegamos a mi casa, baje corriendo de la camioneta.
Todas mis cosas estaban tiradas en la puerta de entrada, mi ropa, mis libros... No había revisado el celular cuando lo hice mi celular estaba lleno de mensajes y llamadas de mi madre.
Comencé a golpear la puerta y enseguida salió mi madre.
-¿Qué demonios te pasa? ¿Por qué sacaste todas mis cosas?
-¡Porque tú ya no vives aquí, si no puedes respetar las reglas de mi casa entonces lárgate!
-¿Disculpa, Dijiste tu casa?- reí irónica- ¡Esta no es tu casa, nunca ha sido tu casa! ¡Nada de lo que esta ahí dentro es tuyo, absolutamente todo es de mi padre!
-Tu padre, ya no está, ni siquiera sabemos si sigue vivo...
-¡Cállate! ¡No vuelvas a decir eso en tu vida!
-Es la verdad niña, pero eso no importa, ahora llévate tus cosas y vete- me soto la puerta en la cara, solo me senté en el suelo tapándome la cara...
