-¿Por qué no te callas el hocico, maldita perra?- la avente y cayó al suelo, pensaba lanzarme sobre ella y golpearla pero James alcanzo a jalarme de sweater.
-No vale la pena, ven vámonos- volvió a tomarme de la mano y fuimos caminando hacia la cafetería.
Llegamos y nos sentamos en una mesa quedando frente a frente.
-No escuches nada de lo que te diga esa chica, solo quiere meterte en problemas, lo que paso entre ella y yo fue solo algo pasajero.
-Lo sé, pero me fastidian sus palabras.
-Mi vida, aprende a evadir los malos comentarios, no te tomes las cosas tan enserio o siempre estarás así.
-James...- agache la mirada.
-Dime.
-¿Me crees suficiente para ti? Es decir; tú eres un chico muy guapo y yo no tengo nada de eso.
-Mírame- Tomo mi rostro y lo alzo- Eres hermosa y para mi eres perfecta, eres mucho más de lo que merezco y me haces muy feliz... Te adoro.
Instantáneamente sonreí.
-Es la primera vez que puedo sentir que le importo a alguien.
-Me importas y mucho- se levantó un poco de su silla y se acercó a mi dándome un tierno beso.
-¡Bravo! ¿Ya son novios?- llego Kendall.
Solo desvié un poco la mirada algo avergonzada.
-Pues ya ves... ____ me enamoro desde el primer instante.
-Qué bueno que ya son pareja porque James no paraba de hablar de ti.
-¿Enserio?- lo mire sonriendo.
-Enserio... pero ____ tú me debes una cita- dijo Kendall.
-Oye ¿Qué te pasa? ¿Cómo que una cita? Recuerda que ya es mi novia- dijo abrazándome y dándome un beso
-Tranquilo, quise decir una cita con Amanda. Muero por verla otra vez es bellísima- se dejó caer en una silla frente a nosotros y dio un gran suspiro.
-Pues podemos salir los 4 esta noche a cenar o a comer un helado, estoy segura de Amanda aceptara.
-Me parece perfecto ¿No James?
-Sí, es muy buena idea. ¿Pasamos por ustedes? ¿A qué hora?
-Seguro, pues yo digo que como a las 7. Por cierto, Amanda también ira a la próxima fiesta de Logan- me dirigí a Kendall
-Glorioso, esa chica es fantástica
-Alguien está enamorado- James comenzó a reír
-¿Cómo no enamorarse de ella? Tiene todo lo que yo busco... ¿Apoco tu no andarías con ella?- Le pregunto a James
-No... yo ya tengo al amor de mi vida.
Lo decía con tanta naturalidad que me hacía sonrojarme.
-De todas maneras no dejaría que te le acercaras
-Le diré a Amanda lo enamorado que estas de ella- reí.
Pasamos un rato más en la cafetería y después fuimos a nuestros respectivos salones
Pasaron las horas, el descanso y llego la anhelada salida.
(...)
James me llevo a casa de Amanda; al llegar bajamos del auto y estuvimos un rato fuera.
-Pasamos por ustedes entonces- James me tomaba de la cintura.
-Si...- lo bese mordiendo su labio inferior.
-Deja de hacer eso... me están dando ganas de que subamos a tu habitación.
-¿A qué te refieres? ¿A esto?- volví a juntar nuestros labios y lo mordí de nuevo.
Esta vez el hizo lo mismo conmigo.
-Eres un sueño- me miraba tiernamente a los ojos.
-Tu eres mi sueño... no sé cómo no viaje a New York para conocerte antes