Capítulo 68

220 29 0
                                    

Me quede fría y no supe que decir, creo que el noto mi rostro de desesperación pero lo evadí y conteste.

-¿Hola?- hablaba angustiada.

-¿Por qué no me querías contestar zorrita?

-¿Qué es lo que quieres?- trataba de hablar bajo.

-Tu sabes bien lo que quiero... pero igual solo llamo para molestarte un poco.

De pronto llegamos a casa de James en cuanto paro el auto se quedó quieto sin hablar y mirándome confundido.

-No seguiré hablando. Adiós - colgué rápidamente.

-Y bien... ¿Quién era y porque te pusiste tan nerviosa?

-Nada importante.

-______ no me mientas, no por nada te note asustada.

-Es que James...

- Zierold te exijo una respuesta- subió de tono y su expresión era más rígida.

-James necesito que me prometas que si te digo no harás nada y que lo tomaras con calma.

-Dime.

-Promételo.

Apretó los labios y me miro molesto.

-Lo prometo- dijo a la fuerza.

-Era Damien.

En cuanto escucho su nombre se puso más duro que antes.

-¿Que tienes que ver ahora con ese imbécil?

-Absolutamente nada.

-¿Entonces? ¿Porque te llama?

-James... él me está acosando desde que regreso al Colegio.

-¿¡Y porque no me habías dicho!?- me grito

-¡Porque sé que te vas a poner así e ibas a querer golpearlo!

-Pues lo voy a hacer

-No, yo no quiero que te terminen metiendo a la cárcel.

-Eso me tiene sin cuidado.

-¿Entonces también te tiene sin cuidado dejarme?

Suavizó su rostro y me miro.

-No quise decirlo así... pero tu también entiéndeme, lo odio y no me gusta la idea de que quiera intentar hacerte daño.

-James... no quiero que hagas nada al respecto.- me miraba las manos

-¿Que te dijo?- apretaba los labios intentando ocultar su enojo pero no lo logro.

-No me dijo nada.

-¿Qué carajo te dijo? Dios... ____ me estas desesperando.- me grito sin medir sus palabras.

-James no me siento para nada cómoda con tu maldito tono de voz, si quieres mejor nos vemos luego.- lo miraba molesta.

Tome la cerradura del auto pero al intentar abrirlo James activo los seguros.

-Abre la puerta Maslow.

-Lo siento, no te vas a ir.

Decidí mirarlo y parecía enfadado.

-¡Que abras la maldita puerta James Maslow!

-No, no voy a abrir esa puerta y no grites que nadie te escucha.

Me di por vencida y refunfuñe recargándome en el auto y cruzando los brazos.

-Tus berrinches no funcionan conmigo, no sigas huyendo... ____.

Suspendió el silencio y se acercó a mí tomándome bruscamente del cuello plantándome un beso.

Lo empuje y me separe de él.

-Ahora no estoy para que me toques.

-No te entiendo, enserio no te entiendo, entonces nos quedaremos aquí sin hacer nada por ese estúpido.

-Pues hazlo a tu gusto Maslow.

-¿Lo hago a mi gusto?- me miro retador.

-Da igual.

-Bien.

Son decir más palabras arranco el auto, abrió la cochera y se metió ahí.

Cuando detuvo el auto abrió las puertas y se bajó, fue hasta mi puerta y abrió.

Me sorprendió lo que sucedió.

Me tomo entre sus fuertes brazos y me cargo prácticamente aprisionándome.

-¿Que estás haciendo?- dije en tono de fastidio tratando de empujarlo para separarlo de mí.

My Dilemma ·James·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora