El día en aquella fría oficina de paredes forradas de terciopelo negro era igual que todos, sentarse a escribir y firmar papeles y contratos, la espalda le dolía por haber estado tanto tiempo en la misma posición frente al escritorio, mas aún así, prefería estar en ese incómodo lugar. Era 12 de Septiembre, su cumpleaños, para Namjoon solo era una fecha que le decía cuantos años había estado en el mundo, mas para sus amigos era una excusa para salir a algún lugar por allí, o el caso de ese día, estar en su casa comiendo pizza, y seguramente si Yugyeom estaba allí, tomarían también.Pronto llegó la hora de irse, todos en la empresa guardaban sus cosas con rapidez, muchos allí tenían familias o híbridos, e incluso ambos que ansiaban ver, Nam era un caso distinto, guardaba sus cosas con calma, no había nadie en aquella gran casa en la que residía que esperara por él, y realmente no le era importante, no le agradaba tratar con las personas aunque se le diera bien hacerlo, simplemente disfrutaba de su soledad.
Las oscuras calles de la ciudad apenas eran alumbradas por los faros de las aceras. Pronto comenzaría a llover, por lo que era seguro que Yoongi se iría a su casa rápido para atender lo antes posible a su híbrido, Jimin. Namjoon lo había visto un par de veces en las oficinas de la empresa ya que Yoongi lo llevaba de vez en cuando al ser seguro que saldría tarde.
Namjoon negó, la idea de tener híbridos en el edificio le era completamente desagradable, mas no podían dejar de llevarlos en ocasiones, era como llevar niños al trabajo.Al llegar a la gran casa apartada de las demás por una cerca metálica pintada de blanco, Namjoon entró, estaba cansado, demasiado, pero aún tenía cosas que hacer, así que tomaría café, una o dos tazas no me harían daño.
Caminó con pasos lentos a la cocina y encendió la luz dejando ver a tres de sus amigos sentados a la mesa, cada uno con una caja envuelta en papel de regalo y cada una con un tamaño distinto a las otras.
-¿Por qué te tardaste tanto?-Un chico de cabello negro habló- Ahora sólo podremos darte los regalos e irnos.
-Me gustaría más que se llevaran los regalos, gracias-Nam frunció el ceño.
-Ah no, Jungkook tardó demasiado en elegirlo, no le gustará que lo lleve de regreso- Yugyeom frunció el ceño.
Namjoon suspiró, no había nada que pudiera hacer en contra de los tres chicos allí, así que se sentó al lado del chico de cabello castaño que mantenía su celular frente a él, Jackson.
-¿Ya van a irse?-Nam los miró impaciente, lo que quería en ese momento era tomar una taza de café y seguir trabajando.
-Si tanto quieres que nos vayamos, bien, nos vamos.-Jackson apartó la mirada de su celular- Pero no te ayudaremos con tu regalo.
-¿Por qué necesitaría ayuda con un regalo?-el chico del cumpleaños miró a los otros tres, cada uno tenía una sonrisa divertida en el rostro- Sólo váyanse
Uno por uno comenzó a irse deseándole feliz cumpleaños a Namjoon antes de cruzar la puerta.
Al quedar solo caminó a la cocina después de tomar su laptop de la mesa, comenzó a hacer el tan anhelado café y al tenerlo listo comenzó a trabajar dando leves sorbos a la taza.
Las teclas pronto dejaron de sonar al ser tocadas, bi había ninguna idea para lo que escribía, tras releer el último párrafo cinco veces frunció el ceño y lo borró de inmediato. A pesar de que sólo era el director de una editorial quería que alguna cosa que escribiera se hiciera pública, había estudiado para eso, no para dirigir el departamento de una empresa.Masajeó su sien con los dedos en busca de algo bueno que escribir. Un minuto, dos, cinco, quince. Nada. Su mente estaba en blanco, tenía un bloqueo que había durado casi un mes, era estresante.
Fue dado por hecho que no había nada que escribir esa noche, así que decidió abrir los regalos de sus amigos antes de dormir, sabía que al día siguiente -o más bien, más tarde, pues pronto darían las tres de la mañana- le preguntarían por sus regalos.El primero que abrió fue el de Yugyeom. A pesar de que los híbridos no eran de su agrado. Tenía curiosidad sobre que había elegido Jungkook para él. Abrió la caja forrada de azul. Había un cepillo azul pastel. "Que gran regalo"
Las cajas sobrantes eran más pequeñas, una mucho más delgada que la otra. Tomó el más delgado proveniente de Jackson, la caja estaba forrada de rojo brillante, seguro Bambam, el híbrido del chino había elegido el papel. Dentro de la caja había un folder caqui con una nota encima.
"Ve a tu habitación, no te alteres, luego mira lo del sobre"
Un híbrido. Fue lo primero que Nam pensó, mas la idea fue desechada de inmediato. Sus amigos lo conocían, sabían que no le agradaba la idea de tener algún chico o chica con ADN de un animal cerca de él, era imposible que le dieran uno.
Sacó el sobre de la caja y fue directo a su habitación. Podía divisarse a alguien sobre la cama, no tenía idea de quién era, ese día no tenía ninguna cita, y dudaba que Jackson le pagara a alguien para pasar la la noche con él.
Namjoon encendió la lámpara que estaba en la mesita de noche, ni de trataba de una chica, sino de un chico. Su piel era pálida con un tono rosado en las mejillas, algunos mechones de cabello castaño caían sobre la frente de aquel chico, Namjoon mentiría si dijera que no lo encontraba atractivo.
Encendió la lámpara de su teléfono cuidando de que la luz no le dieran en la cara al chico sobre su cama. Sacó los papeles de sobre y comenzó a leer.Adopción de híbridos.
Nombre. Seokjin.
ADN de conejo en 80%
Fecha de adopción. 12 de Septiembre.
Responsable. Kim Namjoon.
Nam leyó los papeles una y otra vez. Un híbrido... No lo quería allí, no tenía porque cuidarlo, no quería hacerlo, alumbró al chico sin brusquedad, de su cabeza salían dos largas orejas de color blanco, aunque no quisiera admitirlo, ver al tal Seokjin de esa manera le hacía recordar las revistas de playboy. Lo examinó con la mirada, está vez con ayuda de la luz de su celular, todo parecía bastante normal, a excepción de las orejas y una pequeña cola parecida a una bolita de algodón que salía por detrás del pantalón del híbrido.
Jin se removió un poco haciendo que Namjoon suspirara, dejaría al chico allí y al día siguiente lo llevaría al trabajo con él para hablar con Jackson y Yoongi para saber dónde lo habían adoptado y devolverlo de inmediato.
Namjoon bajó las escaleras y fue de regreso a la cocina para recoger lo que había dejado allí. Puso la taza de café en el lavaplatos y apagó la laptop de forma correcta. Al estar a punto de irse miró la mesa, aún sobraba un regalo, el de Yoongi. Caminó a la mesa y abrió la caja color morada encontrándose con un pequeño libro que tenía escrito en letras blancas "Cuidado de híbridos". Namjoon bufó, sus "amigos" no saldrían vivos de esta.
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Stupid hybrid
RandomNamjoon odia y odiará a los híbridos, siempre ha pensado eso hasta que como regalo de cumpleaños recibe uno. Seokjin pone su mundo de cabeza.