Tres años después.
El día en la oficina de paredes forradas de terciopelo negro era igual que hacía unos años antes, solitario a pesar de que un año atrás había cambiado la puerta para tener más contacto con las demás personas en la empresa (está de más decir que no fue su idea), sentarse a escribir y firmar papeles y contratos le causaba, como siempre había sido, que la espalda le doliera por haber estado tanto tiempo en la misma posición frente al escritorio. Y, ese día, igual que los anteriores, deseaba irse a casa más que cualquier cosa. Era 12 de Septiembre, su cumpleaños, para Namjoon siempre había sido una fecha que le decía cuantos años había estado en el mundo, o eso hasta que hacía tres años y medio, Jin había llegado como una broma por parte de sus amigos, desde entonces, llegaba antes a su casa para evitar sorpresas.
Pronto llegó la hora de irse, todos en la empresa guardaban sus cosas con rapidez, y Nam no era un caso distinto, guardaba sus cosas con tan poco cuidado que existía una gran posibilidad de que algún papel importante se maltratara.
Las oscuras calles de la ciudad apenas eran alumbradas por los faros de las aceras. Pronto comenzaría a llover, por lo que era seguro que tendría que ajustar la temperatura de la casa, puesto que el ambiente se enfriaría durante la noche.
Al llegar a la gran casa, que ya desde hacía dos años había dejado de ser apartada de las demás por la gran cerca metálica pintada de blanco, Namjoon entró, estaba cansado, demasiado, a pesar de que aún tenía cosas que hacer, se iría a tomar un baño caliente y dormir, anteriormente hubiera pensado en tomar café, mas por insistencia de todos sus conocidos, dejó de trabajar hasta altas horas de la noche.
Al entrar a la casa, no pudo evitar sentirse desorientado al ver velas que adornaban el piso para mostrar un recorrido hasta las escaleras.
Decidido a no arruinar la sorpresa, dejó el saco y el portafolio en el piso y caminó a la primera vela; donde se encontraba el suéter rosa de Jin al que tanto se había aferrado.
"Cuando decidí quitármelo, fue cuando decidí que te tenía confianza por completo"
Namjoon sonrió ante la descripción en la hoja pegada al suéter y caminó a la segunda, al no haber nada, fue hacia la tercera, donde se encontraba una foto. Namjoon hizo una mueca al ver el lugar de la foto. Se trataba del lugar donde sus amigos habían conseguido a Jin, y donde lo había dejado.
Dio la vuelta a la foto y se acercó a la vela para leer mejor."Cuando me dejaste aquí me culpé de todo; me pregunté qué es lo que había hecho mal. Fue un mal recuerdo, por supuesto, pero posiblemente es el que más recordaré cada vez que piense en lo que es nuestra historia"
Nam guardó la foto en una de las bolsas del pantalón y se aproximó a la quita vela al notar que la siguiente no tenía nada.
Se acercó a la luz y no pudo evitar sentir un nudo en la garganta al ver un boleto de avión junto con papeles de adopción."Cuando me dijeron que había vuelto a ser comprado tenía la esperanza de que fueras tú, me decepcioné al notar que mi nuevo dueño se encontraba en Estados Unidos. A pesar de eso, esperaba verte antes de irme, y no creerás cuánto tuve que aguantar sin llorar al verte ir por mí"
Las lágrimas resbalaron por sus mejillas. Cuando se dio cuenta de que quería y necesitaba a Jin de vuelta, fue al centro de adopción, y el escuchar que Jin había sido comprado por alguien al otro lado del mundo había sido como un balde de agua fría. Preguntó por todo lo que pudo, y, al enterarse de que se iría en avión ese día, corrió hacia el aeropuerto.
No podía olvidar la desesperación de no ver a Jin por ningún lado.
Fue hasta que notó unas orejas cortas y una cola larga de color negro que se dio cuenta de que él no era el único que quería ver a Jin una última vez.
Antes de que Jin pudiera entrar al área de espera del avión, alguien lo hizo caer. Namjoon lloraba en desesperación y le rogaba que se quedara.Nam negó ante el recuerdo y dejó la foto el el piso pasando a la última vela, la más cercana al primer escalón.
En ella, igual que en la segunda, había una foto. La tomó y sonrió. Era una foto reciente. Había sido tomada en el campamento al que los habían invitado sus amigos desde antes de que Jin hubiera sido devuelto.Posiblemente eran los recuerdos más significativos que tenía con Jin; el conejo le había contado lo que había sucedido con su madre, Nam también se había abierto respecto a varios temas. Y, lo más importante, el último día de su estancia, Namjoon había hecho lo que ni en sus sueños había planeado.
-Jin, prometo nunca volver a herirte. -Ese día los ojos del híbrido parecían especialmente brillantes- ¿Me aceptarías en tu vida para siempre si mantengo esa promesa?
-Acepto.
Namjoon se levantó y miró a Jin, no había cambiado para nada en todo ese tiempo, cada vez que lo miraba, no podía evitar sentir un cosquilleo en el estómago si pensaba en un para siempre a su lado.
-¿Qué?
Jin bajó los escalones y acarició las mejillas del menor con los pulgares.
-Dije acepto. -El híbrido sonrió y tomó la mano de Namjoon dejando un aro de metal entre sus dedos. -¿Y tú, me aceptarías en tu vida para siempre si prometo ser sincero?
Nam sonrió y se puso el anillo en cuanto vio que Jin tenía uno igual.
-Acepto.
Eeeeeeeen fin. Espero que esto les haya gustado, díganme que les pareció, la historia y el final.
Quizá, si hay algo que quieran extra respecto a la historia pueda escribirlo, ustedes pueden decirme.
Por otro lado, haré otra historia de BTS, esta vez mezclada con GOT7, espero que les guste cuando salga a la luz.
En fin, gracias por el apoyo y la paciencia; de verdad espero que les haya gustado tanto la historia como el capítulo.
-Alek~
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Stupid hybrid
RandomNamjoon odia y odiará a los híbridos, siempre ha pensado eso hasta que como regalo de cumpleaños recibe uno. Seokjin pone su mundo de cabeza.