XVII

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Namjoon tenía la característica de no mostrar lo que sentía tan fácilmente (o por lo menos hasta la llegada de Jin), era bastante complicado adivinar lo que pasaba por su cabeza si no se le preguntaba antes, mas ese día algo iba distinto. En la oficina todos lo veían derretirse de nervios, y nadie sabía exactamente porqué, o por lo menos no humanos; entre los híbridos de los amigos de Namjoon ya se sabía sobre la cita que éste tendría con Jin más tarde, les era bastante raro (aunque pasando al punto de ser gracioso) ver al chico sin poner atención a cosas hasta cierto punto importantes o perderse en sus pensamientos estando en una conversación.
Los nervios en un principio eran hasta cierto punto soportables, faltaban horas para la salida, horas que luego se convirtieron en una sola.

Namjoon manejaba a casa. Realmente tenía curiosidad de cómo serían las cosas más tarde, aunque no estaba del todo seguro si quería saberlo, si lo averiguaba, tendrían que salir, y desde hacía unas -quizá dos- horas antes se había comenzado a arrepentir por la invitación hecha a su híbrido.
Sin darse cuenta, ya estaba allí, sin saber cómo, ya estaba frente a la puerta.
Tocó tres veces, mas no hubo respuesta.
Algo preocupado Namjoon entró, Jin no estaba en la sala. Subió la escalera y lo buscó en la habitación del híbrido. No estaba.

-¿Jin?- su voz hacía notar lo preocupado que estaba.

Entró a su habitación. Aliviado se acercó a la cama, donde Jin se encontraba hecho bolita abrazando una almohada apenas siendo tapado por una sábana poco gruesa.

-Jin, ¿Qué haces aquí?- Nam se puso de cuclillas y acarició el cabello del conejo con cuidado.-¿No íbamos a salir?

El híbrido apenas y abrió los ojos para ver a Namjoon.

-No me siento muy bien...

-¿Qué sucede?- la mano del menor se pasó a la mejilla de Jin.- Estás ardiendo...

Los ojos del híbrido se cerraron de nuevo mientras asentía.

-No te muevas, llamaré a Mark.

Namjoon salió de la habitación deprisa y tomó su teléfono de la mesa, donde lo había dejado cuando llegó. De inmediato marcó el número de Mark.

-Hey~, ¿Qué tal tu cita?

-Necesito que vengas, ahora.

-¿Eso significa que te va mal?

-Eso significa que vengas, idiota, estoy en casa y Jin no se ve bien.- A cada palabra que salía de su boca, se notaba lo ansioso que estaba, quizá con una pizca de temor.

-Bien- Mark suspiró- voy para allá.

Mark colgó y enseguida Namjoon volvió a subir con su híbrido. No parecía haber signos de mejora (aunque claro, era poco probable que los hubiera por el poco tiempo que había estado abajo), por lo que se sentó en la orilla de la cama al lado de Jin.

-Mark viene para acá.

Jin asintió.
Ambos se quedaron estáticos durante unos segundos hasta que, con algo de temor, sobre por la reacción que SeokJin podía tener, Namjoon posó una mano sobre el cabello del mayor acariciándolo, iba de su cabello a sus orejas, las cuales comenzaron a moverse al ritmo en el que Nam lo acariciaba con dulzura, haciendo que Jin mencionara una cosa sin que su dueño alcanzara a escuchar.

-Gracias...

Stupid hybridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora