Eco en la profundidad...

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Encontrar una cueva fue una suerte para todos.

Era lo suficientemente grande para todos.

Lo cual fue perfecto con la gran tormenta que se desarrollaba afuera.

-tío Bilbo, ten-Kili le ofreció una cobija.

-úsenla ustedes, yo estaré bien-dijo, al notar que Fili estaba temblando de frio.

Kili sonrió y corrió a abrazar a su hermano para ayudarle a calentarse.

Todos los demás sonrieron ante la bondad del hobbit.

Quien también temblaba de frio.

Thorin sin decir nada levanto con gran facilidad a Bilbo, y lo sentó entre sus piernas.

Abrazándolo fuertemente.

Bilbo se sonrojo fuertemente mientras se acurrucaba, contra el rey, hasta quedar dormido.

-jamás te vi tan feliz Thorin-susurro Dwalin, viendo la sonrisa de su compañero.

-es porque no lo había sido-

-es una suerte que Gandalf nos obligara a traerlo con nosotros, no crees-

-de no haberlo traído, hubiera vuelto por el cuándo recuperáramos Erebor-

-será un buen consorte, sobre todo con nuestro apoyo-

Aquello le hizo sonreír.

Nada le haría más feliz que compartir su reino con este hobbit.

Con su hobbit.

-sabes, hay una cueva cerca de aquí, yo que tu llevaría a Bilbo a descansar un rato en ese lugar.-

Insinuó, con una gran sonrisa.

-sabes creo que un tiempo a solas con Bilbo ayudaría mucho en el cortejo-secundo Thorin.

-te cubriré un par de horas, mientras tú cortejas a tu hobbit-

-eres un buen compañero-

Ambos se rieron, mientras Thorin cargaba a su hobbit para llevarlo a su nueva "morada".

Bilbo dormía profundamente, lo cual le dio tiempo de improvisar una pequeña cama, con una cobija y su abrigo.

Se acomodó junto a su compañero, y viéndolo descansar tranquilamente.

-te encantara Erebor, en cuanto lo recuperemos conseguiré una corona tan brillante que realce tu belleza, te voy a cubrir de pieles e incluso te sentare junto a mí en el trono-

-me gustaría más que plantemos un jardín juntos-

-estabas despierto-

-tu voz me despertó-

-discúlpame-

-me gusta escuchar tu voz, aun cuando sonabas enojado-

-y que más te gusta de mí-

-me encantas tus ojos, son como dos flores en primavera-

-eres todo un poeta, mi hermoso hobbit-

En recompensa por lo que esas bellas palabras le provocaron, comenzó a besarlo.

Sus labios eran dulces y pequeños.

Y su piel se sentía suave y calentita por la vergüenza que sentía el hobbit.

-Thorin...yo...-

-no te forzare a nada Bilbo, pero no sabes cuánto me está costando-

El hobbit no le dejo terminar, se subió en su regazo mientras le besaba.

Mi HobbitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora